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El Crematorio

Falacia

 


El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador ahora se deslinda de Morena, pues en la gran crisis interna en la que se debate la dirigencia nacional, se están dando hasta con la cubeta. AMLO, se expresó en su “imperdible” mañanera,  “que la transformación de México la hacen los ciudadanos, no un partido”, pues una cosa es el partido y otra es el gobierno; partido es una parte, el gobierno es todo, “tenemos que representar a todo el pueblo” dijo. Entonces cómo es que la gran mayoría de sus aliados, compinches de Morena en la Cámara de Diputados aprobó la extinción de 109 fideicomisos que suman 68 mil millones de pesos. Por lo visto, no se trataba de parar la corrupción en seco, sino para aumentar el poder económico del presidente y permitirle que le dé un uso discrecional  para satisfacer sus ocurrencias, berrinches y caprichos. Es evidente que este gobierno es el más corrupto de la historia, según el estudio presentado por el IMCO (INSTITUTO MEXICANO PARA LA COMPETITIVIDAD, AC) que muestra datos, de cómo en el primer año del gobierno de López Obrador hubo más adjudicaciones directas y menos licitaciones que en cualquier año del gobierno de Enrique Peña Nieto, que todos afirman ha sido el más corrupto, como bien se sabe.

Dicho estudio del IMCO, detalla en qué dependencias hay más adjudicaciones directas: Bienestar, Diconsa, Guardia Nacional y Marina; así como, identifica en qué proporciones se reparten entre los cien empresarios más importantes del país, entre ellos: Carlos Slim, y medios de comunicación, como: TELEVISA, TV AZTECA, el periódico LA JORNADA; y otras muchas más cercanas a la familia de López Obrador. Si se compara el primer año de cada administración, el monto asignado a sus cuates y pago de favores pasó de un 31 a 41%, un incremento del 33%. Así que la excusa que siempre utiliza el presidente, de que está limpiando la corrupción, o que se acabó esta, y que por ello lo critican sus adversarios, detractores, oponentes, enemigos, contrarios o conservador; es absolutamente falso, pues la corrupción sigue galopante y en ascenso. Así como los negocios de sus hijos, de su nuera, de su cuñada y de su hermano Pío, y de sus más cercanos colaboradores. Por ello, este gobierno de la Cuarta Transformación (4T) y su supuesta lucha contra la corrupción, es una falacia, que solo se la traga el lumpen o la gente ignorante, llena de rencor y de una inaudita sed de venganza.


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