Con más de 10 mil oaxaqueños repatriados desde Estados Unidos cerró el primer semestre del año, colocando al estado como el segundo con mayor número de connacionales recibidos.
Estadísticas del Instituto Nacional de Migración señalan que de enero a junio fueron repatriados desde Estados Unidos 107 mil mexicanos, 91% de ellos hombres.
Además de la agresión armada ocurrida el pasado 3 de agosto, cuando un hombre motivado por el discurso de odio racial mató a 22 personas –ocho de ellas mexicanas- en El Paso, Texas, las actividades de las patrullas de migración estadounidenses se han reforzado desde el pasado miércoles 7 de agosto, cuando se realizó la redada más grande en una década para identificar migrantes indocumentados.
El padre Alejandro Solalinde, activista por los derechos humanos de los migrantes, ha advertido que la presión sobre los migrantes en Estados Unidos se incrementará debido a que ha iniciado la coyuntura electoral que concluirá en octubre de 2020 con los comicios presidenciales en los que Donald Trump buscará su reelección.
“Esto está sucediendo en el marco de un periodo electoral, Donald Trump ha señalado que está en contra de los migrantes, que odia a los mexicanos, que odia a todo el mundo, su base electoral es supremacista blanca, es una escuela y está provocando precisamente lo que estamos viendo, el primer atentado en El Paso, Texas, la persona declaró que se inspiró en el pensamiento de Donald Trump”, apuntó.
Asimismo, señaló que existe un estado de alerta por nuevos actos de agresión en contra de migrantes en Estados Unidos y el reforzamiento de los operativos antiinmigrantes del gobierno estadounidense.
“El que hayan realizado esta redada en horas de trabajo, en un lugar de trabajo es grave, es un mal presagio. Donald Trump sigue su juego, racista, electorero, pero está perjudicando también la producción, es un daño no solo para los mexicanos sino par Estados Unidos, está jugando con lumbre porque n o sabe los efectos que va a ocasionar, hay un gigante dormido, que se llama migrantes en Estados Unidos, van a responder de manera organizada, pueden usar herramientas que todavía no han usado como un boicot comercial”.
48.2% de repatriados, en seis estados
De los 107 mil mexicanos que han sido repatriados desde Estados Unidos durante 2019, seis estados concentran el 48.2%.
De acuerdo con los datos del INM, 11 mil 933 migrantes repatriados (el 11.15% del total) son originarios de Guerrero; 10 mil 316 (9.64%) de Oaxaca; 8 mil 972 (8.38%) de Michoacán; 7 mil 751 (7.24%) de Guanajuato; 6 mil 277 (5.8%) de Veracruz; y 6 mil 253 (5.8%) de Chiapas.
De la cifra total de repatriados, 9 mil 426 fueron mujeres y 97 mil 584, hombres. Adicionalmente, fueron devueltos desde EU, 6 mil 35 menores de edad, de los cuales 86% viajaron sin acompañamiento.
La cifra de mexicanos repatriados desde EU en el primer semestre de este año representa una disminución de 2.1% respecto al mismo periodo de 2018, cuando se alcanzaron 109 mil 258 connacionales devueltos. En 2018 la cifra cerró en 203 mil 669 repatriados.
Gobernación no está a la altura de la crisis
Por otra parte, Solalinde Guerra señala que la Secretaría de Gobernación ha sido un ente de gobierno sin la altura suficiente para enfrentar la crisis de migrantes indocumentados que ha ingresado al país. “Gobernación no da el ancho, Alejandro Encinas como subsecretario de derechos humanos no ha sido suficiente, ni él ni nadie, para atender los tres demás de población, migración y derechos humanos”, señala.
Pese a que el presidente Andrés Manuel López Obrador fue criticado por el giro en la política pública que ahora está basado en la operación de la Guardia Nacional para frenar el flujo migratorio hacia Estados Unidos, el activista señaló que las primeras acciones que ha realizado el nuevo titular del INM, Francisco Garduño Yáñez, han sido acertadas.
“Está recibiendo como asesores a personas que son migrantólogos, es una persona abierta, va a hacer lo que Tonatiuh (Guillén, su antecesor en el INM), nunca se atrevió a hacer, un foro para tener un diálogo franco sobre cómo se puede mejorar la política pública migratoria”, señala.
Ismael dejó en Óregon a sus tres hijos, a su esposa Beatriz, su negocio, sus autos…
Ganaba alrededor de 15 mil dólares al mes. Sus conocimientos y habilidades le permitieron montar un pequeño taller de reparación de automóviles en Óregon con el que contradecía el discurso racista de Donald Trump: no era ni un ladrón ni un violador, sino un trabajador respetado en su comunidad, que además pagaba impuestos al gobierno estadounidense.
Su nombre es Ismael Reyes Leyva, de 47 años de edad. Es originario de Putla Villa de Guerrero pero hizo su vida en Estados Unidos hasta que en mayo de 2018 fue deportado a México. Dejó a sus tres hijos, Henry, Bryan y Larry, estadounidenses por nacimiento, y a su esposa Beatriz, nacida en la Costa oaxaqueña.
Aunque se parece a la de los más de 10 mil oaxaqueños que han sido repatriados por el gobierno de EU en el primer semestre de 2019, su historia es única. Era un hombre trabajador con el prestigio que le dio el saber arreglar a la perfección un automóvil. Su trabajo y su gusto por la velocidad lo convirtieron en una presa fácil.
“Todo estaba registrado a mi nombre, mis carros, mi casa, mi negocio, el pago de mis celulares. Y sí, he tenido problemas con la ley, ahí es muy fácil meterse en problemas con la ley. Si viajabas a exceso de velocidad, si doblaste en una esquina en luz roja, te dan la infracción y tienes que pasar a pagar.
“Mucha gente se espanta y no va a pagar porque no tiene licencia. Qué pasa, tres meses después ya no es una multa regular, ya te notifican como si te hubieras dado a la fuga, ahí ya entra una orden de arresto y si te encuentran manejando ya es un problema serio, yo tuve ese tipo de problemas, por manejar a exceso de velocidad, me gusta, la verdad”.
¿Por qué? Óregon, el paraíso
¿Por qué se fue a Estados Unidos? Porque no le convencía el trabajo en el campo, porque el café, el principal cultivo de su familia en Putla, había perdido gran parte de su valor, porque no le gustaba el sol de los lugares donde trabajó, Salina Cruz y Puerto Ángel, “porque siempre escuchas rumores de que allá es todo fácil, de que en poco tiempo vas a hacer una fortuna”.
Antes de cruzar la frontera, Ismael hizo un “diplomado” en electromecánica trabajando en la fábrica de Ford de Ciudad Juárez, donde adquirió los conocimientos que se convertirían en la base de su sustento.
La oferta que encontró entonces para cruzar a EU ya no existe. Fueron 300 dólares para hacer el recorrido Tijuana-San Diego-Los Ángeles-Nueva York.
Después de haber trabajado como limpiador de pisos y en un autolavado, Ismael logró ahorrar lo suficiente para emprender su propio taller mecánico en Óregon, un lugar que es un paraíso para estadounidenses y mexicanos, para los primeros porque siempre hay manos “cafés” que hacen el trabajo que no quieren hacer y para los segundo porque siempre hay un trabajo que los “güeros” no quieren hacer.
“Es un estado que ocupa mucho al inmigrante porque hay muchos campos de cultivo de fresa, mora, manzana, ¿quién hace ese trabajo?, el mexicano, el hispano, no ves a un güero con su sombrero, sí ves ahí, pero es el capataz, el mánager, ese es su trabajo, llevar el inventario”, asegura.
Trump lo cambió todo
Además de ser la casa de uno de los equipos de basquetbol legendarios de Estados Unidos, Portland, la capital de Oregon, era una ciudad santuario en donde no se escuchaba de redadas ni de operativos antiinmigrantes. Era un lugar seguro para que los migrantes como Ismael trabajaran y disfrutaran el sueño americano. El hijo mayor de Ismael cursaba la universidad con una beca de excelencia, sus hijos menores asistían también al colegio.
Él tenía su propia casa y en su vecindario tener un auto como el suyo era algo raro, era la envidia del barrio, pero todo cambió con la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca. De inmediato.
“Entrando Trump, luego luego se escuchó. Antes de subir al poder ya estaba tirando ataques, no se refería al hispano, se refería al mexicano. Entró fuerte, entrando él yo ya estaba detenido”, cuenta.
En marzo de 2017 Ismael fue detenido y gracias al apoyo que recibió de su comunidad logró su preliberación para llevar su caso en libertad, desde su casa.
“Muchísima gente que me conoce del negocio, otros que me conocían porque yo invertía con ello, mis hijos buscaron ayuda, se presentaron con la juez, ella me dijo que en el tiempo que ella había estado nadie había acumulado tanto apoyo. Yo iba de la casa al trabajo, pero por los problemas con la ley que tenía el juez dio la orden, que tenía que deportarme”. La orden se dio el 10 de mayo, Ismael abrió su negocio pero ya no terminó la jornada.
“Regresé hace un año, estuve trabajando cuatro meses en Puebla pero había muchas cosas que no podía asimilar, mi familia, mi negocio, mi libertad. Ahorita estoy más calmado porque pienso que sí lo puedo lograr, he visto que lo que yo sé me puede ayudar aquí, eso ha hecho que mi mente se relaje. Allá se habla de que muchos que deportan, la mayoría comete crímenes, se suicida, pero debes tener una mente fuerte”, asegura.