La organización de la Guelaguetza Magisterial cumplirá 18 años de realizarse y surgió como un evento cultural, de protesta contra el gobierno de Ulises Ruiz Ortiz en medio de la vorágine del conflicto social y magisterial de 2006.
El año de la rebelión magisterial no hubo Guelaguetza, Ulises Ruiz la suspendió en medio del conflicto; la noche del domingo 16 de julio fue quemado el entarimado del auditorio del Cerro del Fortín, donde se celebra la Guelaguetza. Los baños donde se cambian los integrantes del grupo de baile fueron destrozados.
En esa ocasión el entonces obispo Arturo Lona Reyes dijo que “Oaxaca no se merece que se haya cancelado la Guelaguetza” y Ulises Ruiz afirmó “no ganaron los maestros, perdió Oaxaca”.
El año siguiente, en 2007, para intentar aparentar “normalidad” el gobierno de Oaxaca llenó el auditorio Guelaguetza con burócratas en sus 4 emisiones.
La primera Guelaguetza Magisterial y Popular se llevó a cabo el 24 de julio de 2006 en las instalaciones deportivas y estadio de fútbol del Instituto Tecnológico de Oaxaca (ITO) para lo cual la S-22 demandó la colaboración del magisterio.
¿DE A CÓMO LA COOPERACIÓN?
Este año, mediante una convocatoria difundida el 5 de mayo firmada por Elliot Marín González secretario de Cultura y Recreación y César García Zurita, de Organizaci6n del Comité Ejecutivo de la Sección 22 solicitaron la cooperación de 65 pesos por cada afiliado a esa gremial para la realización de la Guelaguetza Popular, como resultado de los acuerdos emanados durante la Asamblea estatal del fin de semana.
Ello ha generado irritación, cuestionamientos y hasta oposición entre el magisterio oaxaqueño cuyos integrantes, en redes sociales, han señalado dudas sobre el destino de los recursos. De acuerdo con estimaciones, por los más de 80 mil integrantes del magisterio se obtendrían alrededor de 5 millones 200 mil pesos para la celebración.
La convocatoria indica que “en cabal cumplimiento al acuerdo 14, emanando de nuestro máximo órgano de dirección, la Asamblea Estatal efectuada el día 03 de mayo del presente, que a la letra dice: Acuerda que la Secretaría de Organización operativice (sic) de manera inmediata la cooperación de 65 pesos, emanada de los resultados del documento de consulta a las bases, para la realización de la 18 Guelaguetza Magisterial y Popular 2025, respetando la temporalidad presentada del 06 al 14 de mayo, por lo que comunicamos lo siguiente: La aportación será entregada vía estructura”, de tal suerte que la “vaquita” tendrá que estar concluida antes del inicio del paro magisterial.
En una de las celebraciones, donde la octava se realizaba en Asunción Nochixtlán y el año pasado se llevó a Tlaxiaco, la lideresa Yenni Araceli Pérez Martínez afirmó que si bien es un evento cultural donde las comunidades originarias conviven y comparten la diversidad cultural de Oaxaca, también es cierto que es un espacio para recordar a los caídos del movimiento magisterial y popular.
Sin embargo, ya la base magisterial ha protestado ¿Van a cooperar para la Guelaguetza? Ha sido la pregunta recurrente de las bases y muchos coinciden en que, presuntamente, el gobierno realiza una aportación para el evento.
En 2019, varios medios coincidieron que la S-22 lucra con la Guelaguetza Magisterial y Popular de la CNTE. Incluso se corrió una versión de que el evento había costado al Gobierno del Estado 8 millones de pesos. A ello sumaron a la cooperación obligatoria que ese años fue de 30 pesos por cada uno de los 82 mil trabajadores de la educación sindicalizados. Esa versión fue confirmada por una ala del magisterio oaxaqueño.
Una fracción de la CNTE, confirmó la aportación de 8 millones de pesos del gobierno estatal para la realización de la Guelaguetza Magisterial y Popular, anunciada ampliamente y con mucha antelación.
Integrantes de las bases de la Sección 22 llamaron a hacer un análisis de esa cooperación de la cual los líderes no rinden cuentas, aseguran que “muchos están en desacuerdo” aunque no rechazan entregar un apoyo.