Las condiciones en que se encuentran las vialidades de la zona metropolitana de la ciudad de Oaxaca han hecho retroceder a la capital y a los automovilistas a las condiciones en que se encontraba la ciudad hace al menos 50 años, de acuerdo con conductores, transeúntes y vecinos de calles y avenidas como Valerio Trujano, avenida Universidad, la Campiña, riberas del Río Salado, las unidades del Infonavit Primero de Mayo, El Rosario, San Juan Chapultepec, la Central de Abasto, Candiani, entre otras muchas.
Las lluvias, la negligencia oficial de los gobiernos municipales de Santa Cruz Xoxocotlán, Santa Lucía del Camino, Oaxaca de Juárez, San Antonio de la Cal y el resto de la zona metropolitana ponen en riesgo a automovilistas, motociclistas, ciclistas y peatones por el riesgo que representa transitar por las calles.
Un recorrido realizado por EL IMPARCIAL por vialidades de la agencia municipal de Candiani, avenida Universidad, los límites de San Antonio de la Cal, Santa Cruz Xoxocotlán y Oaxaca de Juárez dan testimonio de las pésimas condiciones en que se encuentran las avenidas de acceso; una de ellas es La Campiña, que va de riberas de Río Salado y desemboca en avenida Universidad, justo en la zona comercial del sur de la ciudad y que, en algunas ocasiones, sirve de desfogue cuando hay bloqueos. Ahí ha desaparecido el pavimento; lugareños han “rellenado” baches con tierra que, con las primeras lluvias, reabrirán los hoyos.
De manera paralela se encuentra la calle FM Lund, en la ex hacienda de Candiani. Está literalmente destrozada, en apenas 200 metros de extensión, no es posible encontrar un metro cuadrado de pavimento; hay, literalmente, tres o cuatro grandes pozas con agua estancada por varios días; es imposible transitarla a pie por el barro y los automovilistas deben conducir a muy baja velocidad ante, literalmente, el riesgo de que volteen sus unidades.
La calle pasa atrás de agencias automotrices, de tiendas como Office Depot, cafeterías, restaurantes de comida rápida y sería uno de los accesos a Home Depot. Además, por ahí transitan camiones pesados que, preferentemente por las tardes-noches llegan a descargar mercancías a cadenas de tiendas de la zona. Para un auto compacto es prácticamente un peligro transitar entre hoyancos, baches y, en algunas zonas, deben invadir la banqueta para transitar.
En las riberas de Río Salado, muy cerca de donde está ubicado el cuartel inconcluso de la Policía Municipal, se ha eternizado un socavón que surgió con las lluvias de junio de hace tres años y que “achicaron” al menos tres metros de la cinta asfáltica que va del puente de acceso al fraccionamiento El Rosario a San Antonio de la Cal.
A la fecha nada de estos han sido atendido.
Ahí mismo, justo donde impunemente pipas de aguas residuales descargan restos de fosas sépticas al río Salado hay un largo trecho del camino destrozado, con profundos hoyos y baches; registros o tapas de drenaje abiertos que, con las lluvias, los automovilistas no ven. Cercana a la zona hay una vulcanizadora y las personas que atienden dan cuenta que, en promedio, dos a tres conductores llegan a solicitar los servicios a la semana por una llanta averiada, problemas con la suspensión y sin que autoridad alguna se haga responsable. Se han registrado hasta con tres “servicios” diario.
Las pipas de aguas residuales se han adueñado de un predio de propiedad federal, donde descargan desechos, pero el acceso está una verdadera “zona montañosa” sin que se preocupen por reparar el lugar por el que a diario transitan cientos de automovilistas.
Otro problema son los grandes charcos a todo lo largo de avenida Universidad, pero que se agrava justo frente al campus de la UABJO. Sin drenaje, ante la mala planeación, tras una lluvia el agua estancada permanece por varios días hasta que el sol va “secando” la vialidad. Ello afecta la ciclovía, representa un peligro para ciclistas y los estudiantes que salen de la Universidad deben ir “brincando charcos” para cruzar la avenida o acceder al servicio urbano. El agua estancada impide ver los hoyos.
Otro caso es la lateral de Símbolos Patrios, avenida con año y medio inconclusa y que el gobierno actual parece ignorar. Sin parte de asfalto, las condiciones para circular están cada día peores. A decir de los negocios de la zona, ello afecta el acceso de los clientes y, con una lluvia, se torna riesgoso transitar.
Otra zona en situación lamentable es avenida Valerio Trujano, desde el cruce de avenida La Paz, en San Juan Chapultepec, y avenida San Martín, el pavimento está totalmente levantado, descarapelado o con hoyancos. Por ahí transita el transporte público que, ante el paso constante, va dañando el de por si pavimento de baja calidad y autoridades capitalinas no han establecido un programa de bacheo en la zona.
Hay hoyos de 20 a 30 centímetros de profundidad y, en algunos casos, los ciudadanos rellenaron con cantera o piedras. La zona es de importante tránsito porque sirve de acceso a la Central de Abasto y obliga a los conductores a invadir carriles para evitar caer en los baches. Otro punto en pésimas condiciones son los alrededores del mercado Lázaro Cárdenas, en la Central de Abasto.