En la misa dominical de domingo, donde el Arzobispo de Antequera Oaxaca, Pedro Vázquez Villalobos, mencionó que la vida a veces es dura, con momentos de sufrimiento, recibió candidaturas a las órdenes sagradas y recepcionó el ministerio de acólito.
Desde la Catedral de la ciudad de Oaxaca, frente a la comunidad católica que acude los domingos a escuchar la palabra de Dios, dijo que hay momentos de dolor, de amargura, de cansancio, hay cosas que desgastan y hacen una vida más pesada, por lo que, se debe buscar la fuerza divina.
Con la presencia de seminaristas y padres formadores del seminario religioso, pidió sentir la presencia y la fuerza del Espíritu Santo que fortalezca la fe.
Les he pedido siempre que oren por las vocaciones, necesitamos sacerdotes, no dejen de elevar su plegaria a Dios para pedir abundantes vocaciones, pero también para pedir por la santidad de los que ya somos sacerdotes, nos quieren santos, pues sigan santificándonos con su oración”, manifestó.
Este domingo, en la Catedral, llegaron seminaristas de Puerto Escondido, de Tehuantepec, de Tuxtepec, de Mixes, de Huautla, de las diócesis que forman la provincia de Oaxaca, quienes están cursando el propedéutico, después de haber terminado la preparatoria o alguna carrera e ingresaron al Seminario porque sienten que Dios los quiere como sacerdotes.
Dijo que para eso tendrán que pasar ocho años en su formación en el seminario; se trata de quienes aún no usan sotana y llevaron puesta su camisa blanca.
A las personas presentes les solicitó la oración para que quienes están en formación perseveren y un día sean sacerdotes de la provincia de Oaxaca.
También es importante que usted sea un gran promotor de vocaciones a la vida sacerdotal y religiosa, fijándose, mirando a tantos jóvenes de su pueblo, de su colonia, de su familia, que tal vez usted lo mire y sienta, desde aquí, de su corazón, decirle algo: oye, ¿nunca has pensado ser sacerdote?”, rogó.
De esa manera, se promoverá la vocación a la vida sacerdotal, porque el mensaje llegará a los oídos de ese joven con alma buena que quiera dedicar su vida a Dios.
No piense que la promoción a la vida sacerdotal es solamente del obispo, el que tiene que proveer de sacerdotes en las comunidades. Es de la Iglesia donde somos todos los bautizados”, manifestó.
En la religión católica, la aspiración a llegar a ser sacerdote comienza con las candidaturas, sigue el electorado y luego con el acolitado, después el diaconado, el presbiterado y en espera de quien sea llamado al episcopado.