El arzobispo de la Arquidiócesis de Antequera, Pedro Vásquez Villalobos, externó ayer a la comunidad católica que únicamente Jesucristo es el modelo de amor, no el papá, no la mamá ni el sacerdote ni la religiosa.
“Nadie es modelo de nadie en el amor; sólo tenemos un modelo y es Cristo, porque los modelos humanos son alcanzables y hasta los podemos rebasar”, indicó.
También dijo que ninguna persona puede ser discípulo de Dios con saberse la Biblia muy bien, porque se requiere de hechos de amor para serlo.
Ayer, en la Catedral de Oaxaca contaron con la presencia espiritual de Concepción Cabrera de Armida a pocos días de su beatificación y el arzobispo recordó la misión de la laica católica entre los años 1895 y 1910.
Ella instauró la Congregación de las Religiosas de la Cruz del Sagrado Corazón de Jesús, cuyo principal propósito es la adoración al Santísimo Sacramento día y noche y expiar las injurias inferidas al Corazón de Jesús.
El arzobispo consideró a la beata como una verdadera discípula de Dios, porque vivió todos los amores a los que fue llamada por él como hija, esposa, madre y por último, el divino.
“Ahí está un modelo de respuesta al mandato divino de amar a nuestros semejantes y de amarlos como él nos ama”, inquirió.
En presencia de las Hermanas de la Cruz, el arzobispo pidió que les sirva de ejemplo para que continúen con la misión que ella dejó.
A las religiosas les pidió intensificar la oración para que los sacerdotes sean santos. “Que intensifique la oración porque está trabajoso, está siendo difícil ser santo, nos está complicando este mundo la vida de santidad, necesitamos más y más oración”, dijo el arzobispo.
En este contexto, Vásquez Villalobos pidió no despreciar a tantos y tantos santos y recomendó el disfrutar de todas las santidades en la vida familiar como el de la mamá, el hijo, los esposos.