Las narcoseries que han tomado un papel importante en las televisoras, difunden antivalores, dijo Juan Pablo Escobar Henao, al hacer un llamado a las empresas en asumir su responsabilidad con la sociedad para transmitir valores.
Al participar en la edición Oaxaca de la fundación “Lo que de Verdad Importa”, el hijo de Pablo Escobar, uno de los más conocidos narcotraficantes de Colombia, narró la vida que tuvo al lado de su padre, una historia diferente a la de la serie de una importante plataforma de entretenimiento.
Escobar Henao o Sebastián Marroquín, reseñó los lujos, dinero, pero también miseria, violencia y crimen en la que se vio envuelto en su niñez hasta los 16 años cuando asesinaron a su padre en un operativo policiaco.
“No se crean todo lo que vean en sus pantallas, nada de lo que aparece se parece a la vida de mi padre ni a lo que vivimos ni a lo que tuvimos, por lo que se están basando en ejemplos inexistentes que reposan más en la mente de los guionistas de Hollywood que en la realidad”, comentó.
Por eso, por un lado, manifestó su respeto a la libertad de expresión y por el otro, conminó a la presentación de contenidos que difundan valores y no estereotipos creados.
“Es la responsabilidad que deben asumir las empresas en la transmisión de sus productos para que contribuyan en la generación de los buenos valores y no antivalores que están difundiendo a los jóvenes”, acotó.
Para el embajador de la paz de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), las empresas venden casos de éxito como la historia del criminal Pablo Escobar, cuando él vivió lleno de odio, violencia y muerte.
Después del recuerdo de la infancia de sobresaltos, escondites, así como saber de los delitos de su padre, a su muerte, Juan Pablo quiso sobrevivir y mantener el corazón latiendo.
“El pasado siempre va a doler pero podemos hacer algo para cambiar el presente y por eso, el llamado a los jóvenes en dedicarse a los estudios y preservarse una vida libre de ilícitos y del terror del miedo.
Reiteró que el caso de Pablo Escobar no se puede presentar como un éxito ni como una obra altruista porque se enmarcó en sangre, muerte.
“No elijan el camino donde apenas disfruten un 10 por ciento su vida, como lo hizo mi padre. No le aconsejo seguir sus pasos ni una actividad que destruya o te aísle de la sociedad”, comentó.
Estudia y edúcate, son las herramientas que nadie te puede quitar, reflexionó después de presentar y narrar su vida en Colombia y también cuando decidió dejar toda la fortuna de su padre en manos de sus adversarios para salvar la vida.
Fácilmente, el narcotraficante que fue más buscado, se perdió de vivir 30 años más, de ver graduarse a su hijo y ver nacer a su nieto, dijo el primogénito.