Al recordar el paisaje bíblico del profeta Amos y del libro de Enemías, el rector de la Catedral Metropolitana, Alejandro Rodríguez, exhortó a las y los católicos a reflexionar sobre el uso de los bienes que poseen y a ser buenos administradores, por lo que afirmó que la corrupción le ha hecho mucho daño al país.
Esta mañana podemos reflexionar de cómo estamos administrando lo que el Señor nos ha dado, qué tipo de administradores estamos siendo sobre todo en estos tiempos que vemos hambre, pobreza, injusticia y corrupción, la vida del hombre ha sido problemática siempre como sociedad, la primera lectura que hemos escuchado tomada del libro del profeta Amos nos habla de cómo se vivía la injusticia en la época del profeta, injusticia que después de 300 años la seguimos padeciendo en nuestra época, no hay mucha diferencia”.
Recordó que la palabra administrador tiene sus orígenes en saber distribuir, “quiere decir el que sabe distribuir, se utilizaba antiguamente con el que tenía la labor de darles de comer a los animales en el establo”.
Sin embargo, expuso que muchos hacen mal uso de sus labores como administradores. “Nos dice hoy el Apóstol Pablo Atimoteo, háganse oraciones por los gobernantes porque tienen una gran responsabilidad de velar, de administrar y distribuir lo que es de todos”.
El dinero está lleno de injusticia y es la causa de muchos males, pero es también por lo que muchos trabajamos y nos esforzamos, cuando se hable de dinero, siempre va haber problemas, haces un préstamo y cóbrales y verás, el dinero no es algo que tenga valor, no en sí mismo, sino en razón de lo que hagamos con ese dinero nos dice Jesús”.
Por ello, pidió a quienes tienen la responsabilidad de administrar o quienes no han hecho buen uso de lo que Dios les ha dado, a rectificar y a la reconversión. “Dios da la opción de rectificar, en el mundo de hoy podemos ver administradores del tamaño y calañas que los hijos de las tinieblas, son más astutos, hoy sacan su dinero del país y se lo pueden llevar a las Islas Caimán, a los paraísos fiscales, vemos estafas del tamaño del mundo para desviar mucho dinero”.
Al presidir la homilía dominical en la Catedral Metropolitana, el padre Alejandro, dijo que “Dios no está en contra de la riqueza, de lo que nos advierte es que en muchas veces nuestros corazones se puede apegar a lo que nos puede hacer daño y que nos ha hecho daño en este país que sangra inmensamente, no de hace cuatro años, sino desde hace mucho tiempo, son heridas que hacen que nuestra nación siga sangrando”.