Los desarrolladores de vivienda responsables de la construcción del 85 por ciento de la vivienda social dirigida a los mexicanos que ganan entre 3 y 8 mil pesos mensuales, esperan que haya un repunte en las inversiones y se pueda atender la demanda de la población.
La vivienda social depende del apoyo del gobierno federal y sin el otorgamiento de subsidios (inversión semilla), el 70 por ciento de los mexicanos que forman parte de la economía formal y contribuyen con sus impuestos en la activación de la economía de México, verán cancelado su derecho constitucional a una vivienda digna y asequible el próximo año.
José Cruz Urbieta, presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Desarrollo y Promoción de Vivienda (Canadevi), señaló que desde el arranque de la administración federal se han dado cambios de fondo, entre los que se destaca la reducción de este tipo de subsidios, a los que apenas el año pasado se destinaron casi 9 mil millones de pesos y este año sólo 1 mil 700 millones.
Esta reducción podría detener el crecimiento del sector de la vivienda para los sectores más necesitados de la población, pues de momento se habla de alrededor de mil viviendas en el país que ya están listas para ser colocadas que requieren del apoyo del subsidio.
Admitió que el reto es vencer el rezago habitacional que hay en nuestro país y en especial en Oaxaca, ya que la industria tiene la capacidad para construir viviendas, pero lo más importante es que sean de calidad, estén bien ubicadas y sean sustentables.
Asimismo, entre los retos se encuentra la estructuración de un nuevo modelo financiero que permita continuar con la atención de la demanda de vivienda social, para lo cual a nivel nacional se trabaja en coordinación con el Infonavit y el Fovissste.