La organización “Mujeres Indígenas y Afros Unidas por el Bien de la Costa” ha denunciaron públicamente la falta de atención del gobierno estatal a sus demandas. Alicia de los Ángeles, vocera del movimiento, informó que su colectivo ha solicitado en repetidas ocasiones una audiencia para tratar temas críticos que afectan a mujeres indígenas y afrodescendientes, como la inseguridad, violencia doméstica, y falta de acceso a vivienda, trabajo y salud.
Alicia de los Ángeles explicó que el movimiento, que comenzó hace seis años en la zona rural de Villa de Tututepec de Melchor Ocampo, busca mejorar las condiciones de vida de mujeres trabajadoras que enfrentan desigualdad y abandono.
“Nos hemos organizado de manera independiente para luchar por nuestros derechos y la protección de las mujeres en nuestra comunidad”, dijo.
Sin embargo, señaló que el gobierno de Jara Cruz no ha respondido a sus peticiones, pese a que han intentado el diálogo en todos los niveles de la administración estatal, siendo el Secretario de Gobierno, Jesús Romero López, quien envió a delegados de La Paz.
El pasado 7 de octubre, en un intento desesperado, un grupo de representantes del movimiento acudió a las cinco de la mañana al Palacio de Gobierno con la esperanza de una audiencia directa con el gobernador durante su conferencia semanal. Después de largas horas de espera, las activistas iniciaron una huelga de hambre en señal de protesta. Pero en lugar de una respuesta positiva, fueron atendidas por Donato Vargas, quien, lejos de escuchar sus demandas, las amenazó e intentó intimidarlas para que abandonaran el lugar.
“Nos dijo que si no nos íbamos, él mismo nos sacaría y que mejor nos fuéramos ‘a la chingada’”, relató Alicia de los Ángeles.
Ante estos hechos, el movimiento ha exigido la destitución de Vargas por su actitud “autoritaria y prepotente”, que consideran una amenaza directa contra la integridad de sus integrantes. Además, reiteraron su demanda de una audiencia directa con el gobernador Salomón Jara y una solución inmediata a sus solicitudes.
“No pedimos dinero ni privilegios, solo exigimos ser escuchadas y tener acceso a derechos básicos como vivienda, salud y justicia”, sostuvo la vocera.
La organización “Mujeres Indígenas y Afros Unidas por el Bien de la Costa” ha dejado claro que continuará su lucha hasta que sus demandas sean atendidas, llamando a la sociedad oaxaqueña a apoyar la justicia y dignidad que exigen para las mujeres de sus comunidades.