Con poco más de 270 mil habitantes censados hasta el 2020, la ciudad de Oaxaca llega a su aniversario 491 como una urbe envuelta en problemas y carencias, principalmente en el acceso a la seguridad social o los servicios de salud, el manejo de sus desechos a raíz de la crisis de la basura, la inseguridad que perciben siete de cada 10 ciudadanos, vialidades en mal estado y un precario acceso al agua potable.
Hasta hace medio siglo, la capital del estado tenía alrededor de 116 mil 388 habitantes (INEGI, 1970), una cifra que se incrementó considerablemente en ese tiempo: 2.3 veces más. Al año 2020, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) reportaba una población de 270 mil 955 personas, distribuidas en el casco municipal y en las 13 agencias que integran el municipio.
El mayor incremento, según los censos disponibles, se registró entre 1970 y 1990, cuando la población casi se duplicó: de 116 mil 388 a 213 mil 985. Entre 1990 y 2010, el incremento fue de poco más de 50 mil habitantes, y entre esa década y la de 2020 se mantuvo una tendencia a la baja, al pasar de 263 mil 357 habitantes a 270 mil 955.
Pero en medio siglo, a la par del crecimiento poblacional se incrementó la demanda en servicios básicos, los que a la fecha siguen sin garantizarse en su totalidad, como señala la Secretaría de Bienestar federal.
En su último informe sobre pobreza y rezago social, la capital que este martes cumple 491 años con la categoría de ciudad (otorgada por cédula real en 1532 a la entonces Villa de Antequera) mantiene carencias en el acceso a la seguridad social, a los servicios de salud, a una alimentación nutritiva y de calidad, entre otras.
En acceso a servicios de salud, el porcentaje de quienes carecen de este supera incluso al estatal; en la capital, casi cinco de cada 10 habitantes, no cuentan con este derecho. El 59.3 por ciento (o casi seis de cada 10) no tiene acceso a seguridad social. Una décima parte (el 10.4 por ciento) tiene rezago educativo y 17 de cada 100 habitantes (17.8 por ciento) carece de una alimentación nutritiva y de calidad.
Pero aunado a estos problemas, en los últimos años se ha mantenido el de la inseguridad. La Encuesta Nacional de Seguridad Urbana (marzo, 2023) reportó que al primer trimestre del año el 72.9 por ciento de la ciudadanía de la zona metropolitana de Oaxaca percibía su ciudad como un lugar inseguro.
El porcentaje aumentó respecto al mismo periodo de 2022, cuando la percepción de inseguridad era del 69.9 por ciento en esta ciudad, en la que el cuidado de sus 270 mil habitantes está a cargo de poco más de 1,000 elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, Movilidad y Protección Civil.
En los últimos seis meses, otro de los problemas que ha adolecido la capital es el del manejo de sus residuos. Con el estallamiento de la crisis de la basura en octubre, sin un relleno sanitario para suplir al tiradero que tuvo por 42 años y una incipiente educación ambiental, gran parte de los desechos se tienen que enviar a depósitos fuera del estado, con cargo al erario por más de 70 millones de pesos.