Aunque en la última administración municipal se concretó el programa de manejo integral del arbolado urbano y se desarrollaron varias actividades, los árboles de los parques y jardines de la ciudad de Oaxaca esperan una nueva atención en esta administración. Igualmente, los ejemplares localizados en las vialidades, algunos de los cuales volvieron a florecer antes de tiempo, como los guayacanes o primavera amarillas.
El arbolado urbano de la capital mantiene un abandono histórico que se remonta a varias administraciones municipales y que aun cuando se trató de atender en la anterior mantiene problemas. Por ejemplo, las plagas que afectan al 80 por ciento del arbolado, según ha señalado por el Colectivo de Organizaciones Ambientalistas de Oaxaca.
Debido a las plagas y la falta de mantenimiento, decenas de árboles cayeron en los últimos años en las temporadas de lluvia y poco más de 100 tuvieron que ser derribados en el último trienio.
Además de eso, requieren de podas, especialmente para evitar daños en la temporada de lluvias que se espera en unos meses.
A 23 días de la nueva administración municipal, la Secretaría de Medio Ambiente y Gestión Hídrica del ayuntamiento capitalino no ha informado de algún plan para el arbolado, aunque sí sobre un programa que junto con el gobierno estatal realiza para mejorar la separación de residuos que se inició en la administración municipal que concluyó.
Respecto a la última hidratación de los laureles del Zócalo y Alameda, la exsecretaria de Medio Ambiente, Elsa Ortiz, dijo que se esperaba que esto ayude a los árboles a resistir la actual temporada de estiaje.
Decenas de árboles caídos y derribados
Además de los más de 100 árboles muertos que tuvieron que derribar empleados municipales entre 2023 y 2024, varios árboles de hasta 150 años de edad cayeron durante las tormentas atípicas y las temporadas de lluvia de los últimos años.
Por ejemplo, en septiembre de 2020, durante la administración del edil Oswaldo García Jarquín y en temporada de lluvia, cayeron los primeros dos laureles de los últimos años en el Zócalo.
El 7 de junio de 2022 se desplomó el tercer laurel, que se había convertido en un ícono por albergar los conciertos dominicales y los miércoles de danzón. Su caída propició la inclinación del laurel con el que compartía la jardinera, por lo que este también tuvo que ser derribado por el ayuntamiento. Los dos “gigantes” fueron sustituidos por nuevos árboles de varias especies, incluido un laurel descendiente del que está en la zona arqueológica de Monte Albán.
El higo de Guadalupe se desplomó en agosto de 2021 y con él se perdieron más de 200 años de historia. Este era un árbol notable de los siete que tenía hasta entonces la ciudad.
El 7 de abril de 2022 también cayó el fresno de Morelos, que igualmente se estimaban en más de 200 años de edad y que se cree que plantó el general José María Morelos en el parque El Llano.