El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha publicado sus previsiones económicas mundiales de Primavera, en las que ha rebajado abruptamente sus estimaciones económicas de 2025 para México, hasta tal punto que el país ha sufrido la mayor revisión a la baja en sus perspectivas de crecimiento económico.
Aunque un análisis de Banamex de hace unos días, en poder de EL IMPARCIAL, señalaba que 8 serían los estados del país más afectados por estar ligados a la industria de armado de automóviles, entidades como Oaxaca, con venta de agropecuarios y bebidas como cerveza y mezcal también resultará afectada; a ello se suman los envíos de productos oaxaqueños a paisanos y, sobre todo, la remisión de remesas a familiares de este lado de la frontera.
Banamex indica a 8 entidades como las principales afectadas: Chihuahua; Coahuila; Nuevo León; Baja California; Tamaulipas; Guanajuato; Jalisco y Sonora, principalmente.
Golpe a México y Oaxaca
De acuerdo con el pronóstico del FMI México será la única gran economía mundial en contracción este año y ello afecta a Oaxaca por la menor circulación y compra de mercancías, caída de ventas de productos como piña, mango, papaya, entre otros.
El organismo justifica la revisión a la baja por “la actividad más débil de lo esperada a finales de 2024 y a comienzos de 2025, así como el impacto de los aranceles impuestos por Estados Unidos, la incertidumbre asociada y las tensiones geopolíticas y las restricciones en las condiciones financieras”.
Rechazo al pronóstico
Claudia Sheinbaum, expresó hoy que su Gobierno “no coincide” con el nuevo pronóstico:
“No conocemos con base en qué lo hacen, no coincidimos, no es que no coincida la presidenta, sino que nosotros tenemos modelos económicos que tiene la propia Secretaría de Hacienda que no coinciden en este planteamiento”, declaró la gobernante mexicana en su conferencia matutina.
Los aranceles de Trump, según Banamex, ocasionarán menor crecimiento económico en los estados más exportadores; reducción en las inversiones extranjeras y pérdida de empleos en la industria manufacturera.
Ello es una amenaza para los oaxaqueños que habitan en otras entidades del país, principalmente en el norte o, como en el vecino estado de Puebla, en donde laboran en armadoras de automóviles o campos agrícolas.