Casetas de periódico, historia viva de más de 70 años
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Casetas de periódico, historia viva de más de 70 años

Edad de oro con cientos de periódicos diarios vendidos, ahora apenas una decena


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A lo largo del día, los titulares acaparan la atención de varias personas que se detienen para leer que de las 14 playas contaminadas del país dos se ubican en el estado de Oaxaca. Otras más señalan las portadas en las que se resalta el encubrimiento de casos de pederastia por parte de clérigos. Un tanto se sienta en el sillón y hojea los diarios locales mientras el bolero lustra su calzado. Lo último es parte del servicio y la experiencia. Pero casi nadie compra los ejemplares que siguen apilados o exhibidos en los dos puestos de la Alameda de León.

Hace 60 o más de 70 años que las casetas de periódicos y revistas se han convertido en parte del patrimonio del centro histórico de la ciudad de Oaxaca y que como los árboles o la cantera parecen ser testigos de los cambios de la sociedad. Incluso si estos les afectan.

— Aquí la caseta tiene poquito más de 70 años. Nosotros somos la segunda generación — comparte Pedro Antonio Ruiz, nieto de doña Esperanza Ruiz, la primera propietaria.

— La conocían aquí como “la güera”— agrega quien junto a ella prácticamente creció en este negocio que “toda la vida ha sido de revistas y periódicos”. Pero que en los últimos años ha tenido que cambiar.

Hace aproximadamente 30 años que Pedro Antonio y su familia están a cargo de este puesto que comparte el color de los laureles, pero en el que ya no solo se expenden ejemplares de revistas y periódicos nacionales o locales. 

— ¿A cómo las aguas? — le pregunta una visitante, a la que Pedro responde que hay “de a 10 y de a 15”.

– Últimamente, como ha bajado la venta, se tienen que vender otras cosas, pero en sí son revistas y periódicos— explica Ruiz sobre el giro comercial, uno de los cuatro ubicados en la Alameda de León y junto a la Plaza de la Constitución (zócalo).

El ruido de los motores, el de un organillero o las conversaciones de los turistas en lenguas extranjeras conforman un paisaje cobijado por los laureles y en el que día a día no falta quien se pare junto al puesto de Ruiz a leer los titulares o a pedir un cigarro, una botella de agua, algún carrito de colección o una recarga telefónica.

Es sábado y las notas principales han dejado atrás las fiestas de Guelaguetza. Las “de ocho columnas”, como solían conocerse, hablan sobre las miles de familias oaxaqueñas sin vivienda propia, el grueso de las fuerzas del narco que se equipara con la de la Marina, de que AMLO descarta retirar los libros escolares pese a los errores detectados por una investigadora.

La oferta es similar en el puesto más cercano, a las puertas de Correos de México. Aunque con menos variedad de diarios locales.

En el de Pedro figuran “Marca”, “Noticias” y “El Imparcial”. De los nacionales: “El Universal”, “La Razón”, “Reforma”, “La Jornada”, “Excélsior”, “Milenio” y “El Gráfico”. De revistas, las hay aquellas sobre farándula, política, ciencia, moda y belleza y otras.

Cuando su abuela le dejó el puesto, la venta de diarios locales era de más de 100; contando los nacionales, había días en que se alcanzaban más de 1,000. Todavía en 2006, durante el conflicto político social en el estado, las ventas eran altas. Pero para Pedro, el mayor impacto se dio con la pandemia de Covid-19, pues la gente dejó de salir.

— Ahorita son 10 —, cuenta.

— ¿Quiénes los compran? ¿Tiene que ver con cierta edad?— se le pregunta.

— Relativamente — responde. — Las personas grandes todavía lo compran y en algunos casos, los jóvenes, cuando tienen interés por una noticia de ellos. De ahí, por lo regular son personas grandes que están acostumbradas al papel y que todavía no entran a la cuestión digital.

Pero incluso en el mundo digital parece haber poco interés en la información, en acceder o leer lo que los diarios y revistas han llevado a la internet, obligados por los cambios tecnológicos.

La Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares  (ENDUTIH) dice que en 2022 “el uso principal que se le dio al internet fue para comunicarse (93.8 %). Siguieron el
acceder a redes sociales (90.6 %) y el entretenimiento (89.6 %). La realización de pagos vía internet incrementó de 18.3 %, en 2019, a 26.9 %, en 2022. En contraste con lo anterior, leer periódicos, revistas o libros disminuyó de 47.1 a 39.9 %, en el mismo periodo” 

— ¿Cuánto vale? ¿10 pesos, verdad? — le pregunta un visitante de Guadalajara, quien se describe como lector de periódicos, pero solamente uno, nacional.

— Este es el bueno— le dice el comprador a Pedro, mientras señala un diario considerado de izquierda y en el que esté sábado se lee como nota principal la queja del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien cree que hay una campaña en contra de las fuerzas armadas. —Todos los demás los puede tirar— le sugiere para después soltar una carcajada que contagia a los presentes.

— Si me los paga, los tiro todo. No hay problema — le responde.

Tras el momento, Pedro vuelve a lo suyo y a su puesto llega un par de hombres de la tercera edad para leer los titulares de los diarios exhibidos en uno de los costados. Las demás personas acuden por un cigarro, una botella de agua o simplemente siguen su paso por la Alameda.

 


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