Concluye retiro de basurero del Atoyac; municipio libra multa 

Lo que por 10 meses fueron montañas de desechos, olores nauseabundos y riesgos para la salud de colonos y comerciantes no estaban más este fin de semana en el playón del río Atoyac. 

Por la mañana del sábado, solo quedaban rastros del basurero clandestino que desde agosto de 2022 habilitaron recolectores particulares adheridos a la Confederación Autónoma de Trabajadores y Empleados de México (CATEM) y después a la Confederación de Trabajadores de México (CTM).

Una “casa provisional” hecha con plásticos y un peluche colgado a un poste recordaban que hasta este viernes aquí hubo un basurero por el que la salud de los vecinos de la colonia Arboleda estuvo en riesgo.

Francisco Martínez Neri, presidente municipal de Oaxaca de Juárez, señaló que el retiro de las 3 mil 500 toneladas de desechos fue junto con el gobierno estatal y que el ayuntamiento participó con maquinaria. Además de aportar al menos 2 millones y medio de pesos para el traslado de estos a depósitos fuera del estado.

El retiro y traslado total se estima en 9 millones de pesos, de acuerdo con el edil, quien aclaró que la mayor parte la aportó el estado, aunque el municipio apoyó con maquinaria para las maniobras.

Sacar la basura requirió de 20 días, del 19 de junio al 8 de julio. Aunque por los 10 meses que esta se mantuvo en el área se suscitaron al menos cuatro incendios de gran magnitud y varias protestas de vecinos y estudiantes que no soportaban la pestilencia y el foco de infección que representó el tiradero clandestino.

Aunque en el retiro de los desechos se contemplaba la participación de las organizaciones de recolectores que lo crearon, estas finalmente se desmarcaron del problema. “No participaron”, subrayó Martínez Neri.

De las multas que en su momento el impuso la Procuraduría de Protección al Ambiente del Estado de Oaxaca (Propaeo), el edil dijo que “ya se están arreglando” y que al retirarse ese tiradero ya no se pagarán los 3.5 millones de pesos de sanciones.

Pero ante el riesgo de que el área se vuelva a ocupar como tiradero, el concejal respondió que habrá vigilancia y se buscará algún proyecto para que ese espacio sea usado por la población de la zona.

“Es posible que un parque, juegos… y castigar severamente a quienes vayan a tirar basura ahí. Es un crimen, no se puede cobrar por ir a recoger basura y después depositarla a ver quién se la lleva”.