“No hay más que esperar y aguantarse”
Más de media hora después de iniciar el proceso, la fila avanza a paso lento.
Una larga fila de personas mayores se forma a un costado del Palacio Municipal de San Antonio de la Cal minutos antes de las 8:00 horas, mientras se observa el paso de otras más que llegan con bastón, en sillas de ruedas y andaderas ortopédicas.
El proceso de vacunación anticovid está por iniciar en este municipio ubicado a 15 minutos de la capital oaxaqueña, donde las personas se van aglomerando lentamente hasta convertirse en cientos de pacientes y la inquietud empieza a presentarse en quienes no observan baños a la vista, el calor arrecia conforme se acerca el mediodía.
“Es como en la escuela para sacar ficha, hay que llegar temprano si no quieres encontrarte tanta gente”, expresa una mujer que acompaña a su abuela de 70 años de edad, luego de llegar y buscar el final de la fila para formarse.
A las 8:14 horas empiezan a llamar a los primeros de la fila que llegaron desde la madrugada, para indicarles el módulo al que tendrán que pasar y recibir la primera de dos dosis de la vacuna Pfizer.
Una mujer de la tercera edad decide abandonar la fila para regresar a su casa por no encontrar baños portátiles, con la confianza de llegar a tiempo e identificar a las personas que estaban adelante y detrás de ella.
Otra mujer que acompaña a su madre de 64 años muestra su molestia al notar la gran concentración de personas en el lugar, que esperan su turno sin la sana distancia que en repetidas ocasiones los organizadores piden a los asistentes.
Hay quienes se acercan hasta las vallas donde ingresarán las primeras personas, para mostrar su disgusto ante la desorganización que dejó fuera de la fila a más de una decena de adultos que también habían llegado desde temprana hora.
“Por favor, conforme llegan así se van formando, no se amontonen; vayan hasta el final de la fila y los iremos llamando”, se deja escuchar de una servidora de la nación, al mismo tiempo que el altavoz del Palacio municipal insiste en que este jueves solo serán vacunados los de la primera sección de San Antonio de la Cal, con folio y credencial en mano.
Más de media hora después de iniciar el proceso, la fila avanza a paso lento.
El protocolo en la aplicación de la vacuna y la permanencia de 30 minutos por si hubiera efectos secundarios, genera retrasos.
“No hay más que esperar y aguantarse, si no, no hay vacuna”, expresa un hombre de la tercera edad, mientras ajusta su gorra y se recarga en la pared, donde la sombra apenas logra cubrir la cabeza de algunos.
