El pasado 30 de septiembre, Andrés Manuel López Obrador, presidente de México, vivió un momento inolvidable al protagonizar su última conferencia matutina, mejor conocida como “la mañanera”. En medio de un ambiente cargado de emociones, el mandatario no pudo contener las lágrimas tras ser sorprendido por un homenaje especial preparado por su equipo de trabajo, sus colaboradores más cercanos y su propia esposa, Beatriz Gutiérrez Müller.
#Viral | En su última mañanera #AMLO llora
Al cierre de la última conferencia, el equipo del presidente le presentó como regalo la canción La Paloma, interpretada por la doctora Beatriz Gutiérrez y Eugenia León, al escucharla, el mandatario se vio conmovido. pic.twitter.com/DI2q3eJjMA
— El Imparcial de Oaxaca (@ImparcialOaxaca) September 30, 2024
UNA DESPEDIDA CON MÚSICA Y RECUERDOS
Jesús Ramírez Cuevas, vocero de la presidencia, fue el encargado de anunciar a los presentes que el cierre de esta emblemática conferencia incluiría una sorpresa para el presidente. Con voz emocionada, reveló que se presentaría una canción compuesta especialmente para López Obrador, en la que se resumirían los momentos más significativos de su lucha política a lo largo de los últimos 18 años. Este acto, además de ser un tributo a su trayectoria, fue un gesto de agradecimiento por su labor al frente del país.
Entre los artistas que participaron en la interpretación de la canción se encontraban figuras reconocidas que han mostrado públicamente su apoyo al proyecto de la Cuarta Transformación. Entre ellos, Eugenia León, Mónica Meza y Byron Barranco. Pero quizás la intervención más destacada fue la de su esposa, Beatriz Gutiérrez Müller. Quien, en un acto íntimo y conmovedor, también se sumó al homenaje.
LA LETRA QUE CONMOVIÓ A TODOS
La canción repasó algunos de los momentos más críticos y desafiantes de la vida política de López Obrador, desde sus intentos frustrados por llegar a la presidencia hasta su eventual triunfo en 2018. “Dos veces le robaron la presidencia, pero valió la pena la persistencia”, rezaba la letra. Evocando las batallas electorales perdidas en 2006 y 2012, que culminaron con su victoria histórica en 2018, cuando 30 millones de mexicanos lo eligieron como presidente.
El mensaje de la canción también hizo alusión a los logros más significativos de su gobierno. Como la reducción de la pobreza y la disminución de la violencia, y cómo estos cambios han sido percibidos por la ciudadanía.
“Nos heredas un México sonriente”, cantaron los artistas, en un reconocimiento a los avances que, según los simpatizantes de la Cuarta Transformación, se han logrado durante su administración.
LÁGRIMAS Y EMOCIONES COMPARTIDAS
La reacción del presidente fue inmediata y sincera: con los ojos vidriosos y una evidente conmoción, López Obrador escuchó en silencio mientras el público, compuesto por funcionarios, periodistas y colaboradores, se mantenía en vilo. No fue el único que se mostró visiblemente afectado. Luisa María Alcalde, actual secretaria de Gobernación y futura dirigente nacional de Morena, también dejó ver su emoción. Compartiendo el sentimiento de despedida que impregnaba la sala.
Mientras la música sonaba, un video proyectado en la pantalla mostraba imágenes de los momentos más importantes de la vida de López Obrador: su juventud como estudiante, su rol como activista y líder político, y su llegada al poder tras años de lucha. El video concluyó con una frase simbólica, pronunciada por el presidente durante el rodaje del documental del Tren Maya:
“Ahora sí, a La Chingada”, en referencia a su retiro en la finca homónima, ubicada en Chiapas, donde planea mudarse una vez finalice su mandato.
UN LEGADO QUE QUEDA EN LA MEMORIA
El emotivo homenaje dejó una profunda huella en todos los presentes, quienes no dudaron en corear una consigna que ha acompañado a López Obrador a lo largo de su carrera política:
“Es un orgullo y es un honor haber luchado con Obrador”.
Para muchos, esta despedida marca el fin de una era, pero también simboliza la continuidad de un proyecto que el propio presidente ha dejado en manos de su sucesora, Claudia Sheinbaum.
Al final de la conferencia, y tras el emotivo acto, el presidente ofreció un desayuno a los medios y funcionarios presentes en el Palacio Nacional. Poniendo así el broche de oro a una tradición que durante más de cinco años definió el estilo de comunicación de su gobierno: la “mañanera”, ese espacio único donde diariamente se discutieron y debatieron los temas más importantes del país.
Este cierre, sin duda, será recordado como uno de los momentos más simbólicos de su mandato. Un adiós que resonará en la memoria colectiva de quienes siguieron de cerca su administración.