ACAPULCO, GRO.- Con la apertura de calles, avenidas y carreteras, entre la destrucción, inundaciones y árboles caídos que dejó el huracán Otis, a partir de este jueves, viernes y sábado inició la salida de miles de visitantes que se encontraban varados en el puerto de Acapulco.
Con maquinaria pesada y con la mano de obra de trabajadores de las empresas que acudieron a la Convención Internacional de Minería, algunas vialidades fueron liberadas para poder rescatar a las y los visitantes.
Sin embargo, conforme se avanza por la zona hotelera del Diamante, desde el hotel Pierre la destrucción es evidente por todas partes, en la calle principal decenas de árboles, palmeras, láminas y plafones que se desprendieron de las viviendas, hoteles y comercios complican el paso de los autobuses y camionetas que llegaron para evacuar a los huéspedes de los hoteles.
Las empresas mineras como la Compañía Minera Cuzcatlán, fueron de las primeras en enviar unidades para trasladar a sus invitados y trabajadores que participaban en la Convención Internacional de Minería que tenía como sede en el Hotel Mundo Imperial.
Trabajadores de la minera atendieron a los representantes de los medios de comunicación, trabajadores, expositores y todo el personal que había acudido al puerto para formar parte de este evento que se lleva a cabo cada dos años para conocer los avances y retos del sector minero en México.
En el Diamante el primer hotel con daños severos es el Pierre, después el Princess, el mismo panorama se observa en cada uno de los edificios hoteleros y comerciales de la costera, incluso en los fraccionamientos y unidades habitacionales.
Debido los restos de las ventanas, puertas y plafones que quedaron en las vías de comunicación, algunas unidades que evacuaron a los visitantes sufrieron daños en sus neumáticos, ya que desde la costera hasta la autopista del Sol esquivaron escombros y árboles derribados.
Desde la salida de esta zona hotelera, también se observaban aves muertos, personas heridas, saqueos, sin descartar a quienes ayudaban a los turistas y visitantes varados, especialmente los trabajadores de las empresas hoteleras.
Se tienen que ir todos este jueves porque ya no tenemos insumos para proporcionarles alimentos en los días siguientes, tenemos que ir a ver y atender a nuestros familiares y el hotel se va cerrar”, fueron las indicaciones de los trabajadores del hotel Pierre, pero quienes por algún motivo tenían que seguir en el puerto, se les daba la oportunidad de seguir ocupando las habitaciones, utilizando agua que yacía en las albercas para hacer uso de los sanitarios, incluso para bañarse.
“Le vamos a poner Otis”
Entre el caos y la ansiedad de querer salir que imperaba en la zona, algunos turistas dejaron maletas, productos perecederos hasta mascotas, entre las jardineras de los hoteles apareció una perrita de la raza schanauzer que fue adoptada por momentos por turistas varadas.
Nos está siguiendo a todas partes, en lo que estamos por acá la vamos a adoptar y la vamos bautizar como Otis, ya no se separa de mí y me la quisiera llevar, pero no puedo en estas condiciones”, señaló quien fue su madre adoptiva por dos días. Al momento de salir del puerto, la visitante se vio obligada a dejar a Otis y a decir de los testigos la cachorrita fue adoptada por otra persona, quien prometió cuidar de ella.
Asoma la devastación
Conforme se fueron abriendo los caminos hacia la tradicional zona hotelera de Acapulco, mejor conocido como Acapulco viejo, la devastación era descomunal en las calles donde se observaban vehículos arrastrados por la corriente, comercios y viviendas totalmente inundadas.
En la zona de desastre continuaban llegando los elementos de la Guardia Nacional, Ejército Mexicano y de la Marina, así también se sumaron autoridades de otras entidades federativas para poder enviar víveres.
Así, en medio de los daños que dejó el potente huracán Otis que pegó con categoría 5 en la escala de Saffir Simpson, las y los visitantes continúan saliendo del puerto de Acapulco para dar paso al recuento de los daños.
Sedena se agencia donaciones
A pesar de que se multiplican las quejas por el impedimento a particulares de hacer llegar directamente donaciones a damnificados de Acapulco, la Secretaría de la Defensa Nacional tomó el control de ayudas y será la única vía que hará llegar lo recolectado a afectados, a pesar de sospecha de uso político y desvíos.
En Chilpancingo será el centro de acopio general de todos los donativos que lleguen de organizaciones no gubernamentales, privadas, Cruz Roja y general, de acuerdo con la orden del presidente Andrés Manuel López Obrador de que sean el Ejército y la Marina quienes los distribuyan, algo que casusa mucha confianza entre algunos sectores de la opinión pública,
Sedena incicó que únicamente los vehículos del Ejército podrán ingresar con los víveres y otros productos a la zona afectada. Para facilitar este proceso, toda la asistencia proporcionada por particulares, gobiernos estatales, organizaciones civiles y la iniciativa privada será recibida en un centro de acopio ubicado en la ciudad de Chilpancingo.