Norma Elizabeth Olvera Fuentes, investigadora posdoctoral del Instituto de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), ha alertado sobre la persistente crisis hídrica que enfrenta México, a pesar de las lluvias torrenciales ocurridas en meses recientes. Durante una conferencia titulada “El gato de Schrödinger en la zona metropolitana de la Ciudad de México: crisis hídrica aún con lluvias torrenciales”, Olvera subrayó que la falta de planeación adecuada en el manejo del agua es un factor crítico que agrava la situación.
LA PARADOJA DE LA SEQUÍA
A pesar de que algunas regiones han experimentado lluvias intensas, la escasez de agua sigue siendo un problema severo en varios estados del país. La investigadora señaló que la crisis se ve intensificada por la incapacidad para almacenar agua de lluvia, la falta de modificaciones en los patrones de consumo y la ausencia de políticas públicas efectivas.
En la Zona Metropolitana del Valle de México, donde residen 22.3 millones de habitantes, la demanda de agua es abrumadora. Diariamente se consumen 61 metros cúbicos de agua por segundo, un total que supera los 5 millones de metros cúbicos por día, superando así la cantidad disponible a corto plazo.
IMPACTOS EN LA SALUD Y LA ECONOMÍA
Por otra parte, Olvera Fuentes destacó que la crisis hídrica no solo afecta el suministro de agua, sino que tiene repercusiones graves en la salud pública, la agricultura, los ecosistemas, la economía y la estabilidad social. Con el 66.3% del agua en la Ciudad de México proveniente de acuíferos locales, el sistema hídrico está en una situación crítica.
Además, el Monitor de Sequía de la Comisión Nacional del Agua indica que, al 30 de septiembre de 2024, estados como Baja California Sur, Sonora, Chihuahua, Sinaloa y Durango enfrentan condiciones de sequía que van desde “anormalmente seco” hasta “sequía excepcional”. También hay problemas significativos en Jalisco, Michoacán, Querétaro, Guanajuato, Oaxaca y Chiapas.
UN LLAMADO A LA ACCIÓN
Frente a esta compleja situación, Olvera Fuentes propone un enfoque basado en la física y las ciencias de la complejidad. Sugiere la utilización de mapas cognitivos difusos, herramientas gráficas que permiten representar las interrelaciones complejas entre los diferentes aspectos del ciclo del agua. Este enfoque podría proporcionar una estructura fundamental para abordar el problema de manera integral.
Finalmente, la investigadora concluyó haciendo un llamado a la acción, enfatizando la necesidad de políticas más efectivas y de una planificación que considere la realidad hídrica del país. La combinación de lluvias y sequía presenta un desafío sin precedentes, y el futuro del manejo del agua en México depende de la capacidad de enfrentar esta paradoja con soluciones innovadoras y sostenibles.