Con 410 votos a favor, 24 en contra y cero abstenciones, la Cámara de Diputados aprobó en lo general un dictamen que prohíbe y sanciona el uso de vapeadores, cigarros electrónicos y sustancias ilícitas, como el fentanilo, como parte de un esfuerzo para reforzar la protección de la salud pública en México. Esta reforma, que forma parte de las acciones legislativas impulsadas por la administración del expresidente Andrés Manuel López Obrador, modifica la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos con el fin de prevenir y sancionar el uso y la comercialización de productos que representen un riesgo para la salud.
REFORMAS CONSTITUCIONALES EN MATERIA DE SALUD
La reforma aprobada introduce un nuevo párrafo en el artículo Cuarto y un nuevo párrafo en el artículo Quinto de la Constitución. La modificación al artículo Cuarto establece que “la ley sancionará toda actividad relacionada con cigarrillos electrónicos, vapeadores, y demás sistemas o dispositivos análogos que señale la ley”, así como “la producción, distribución y enajenación de sustancias tóxicas, precursores químicos, el uso ilícito del fentanilo y demás drogas sintéticas, no autorizadas”.
Por su parte, el artículo Quinto de la Constitución también se ve modificado para “prohibir la profesión, industria, comercio, trabajo o cualquier otra actividad” que esté relacionada con la producción y comercialización de estos dispositivos y sustancias. La intención de estas reformas es combatir la proliferación de productos que afectan la salud de la población y garantizar el derecho a la protección a la salud.
DEBATE EN LA CÁMARA DE DIPUTADOS
El dictamen, que ya pasó su primer obstáculo en el Congreso, desató un fuerte debate entre los legisladores. Algunos se mostraron a favor, mientras que otros, especialmente de los partidos de oposición, expresaron su desacuerdo con la forma en que se está abordando el tema.
Una de las intervenciones más destacadas fue la de Iraís Virginia Reyes de la Torre, diputada de Movimiento Ciudadano, quien subió a la tribuna con su vapeador en mano para manifestar su oposición a la propuesta. La legisladora cuestionó las decisiones del gobierno en materia de salud y advirtió sobre la posible limitación de libertades individuales.
“Voy a vapear antes de que Morena y el oficialismo prohíban el ejercicio de nuestras libertades”, expresó Reyes de la Torre, quien también cuestionó cuál era la diferencia entre un cigarro tradicional y un vapeador, sugiriendo que ambas prácticas deberían ser tratadas de manera equitativa.
ARGUMENTOS EN CONTRA: MERCADO NEGRO Y CRIMEN ORGANIZADO
Otro miembro de su bancada, Gloria Elizabeth Núñez Sánchez, también se mostró contraria a la reforma, argumentando que la prohibición solo contribuiría al crecimiento del mercado negro. Según su perspectiva, esta medida solo beneficiaría a los grupos criminales, que verían en el mercado negro una oportunidad para fortalecer sus operaciones.
“Lejos de eliminar el consumo de vapeadores, estas políticas han empujado su comercio al mercado negro, un espacio sin regulación, donde los intereses delictivos proliferan con absoluta impunidad”, señaló la diputada.
POSTURAS CONTRARIAS A LA SIMULACIÓN
Aunque varios legisladores votaron a favor del dictamen, también hubo críticas de quienes consideraron que la reforma es insuficiente y que, en lugar de una prohibición generalizada, se debería buscar una regulación más estricta. El diputado Éctor Jaime Ramírez Barba, del PAN, consideró que la reforma que incorpora la prohibición del fentanilo junto a los vapeadores es un exceso. “Es un error colocar en la misma reforma una prohibición al fentanilo con una a los vapeadores. Esto desvirtúa el enfoque necesario para combatir las drogas más peligrosas y adictivas”, argumentó. La diputada Paulina Rubio, también del PAN, calificó la propuesta de “simulación”, sugiriendo que en lugar de actuar en temas clave como el narcotráfico y la producción de fentanilo, el gobierno optó por medidas superficiales.
RESPALDO DEL OFICIALISMO
En contraposición, Roberto Ramos Alor, neumólogo pediatra de profesión y miembro de Morena, defendió con firmeza la reforma, argumentando que no hay duda de los daños pulmonares que causan tanto los cigarrillos electrónicos como los dispositivos de vapeo. En su intervención, citó estudios clínicos que demuestran los efectos perjudiciales de estas sustancias en la salud, como enfermedades pulmonares crónicas, bronquiolitis y cáncer. Ramos Alor afirmó que, a pesar de los argumentos en contra, el uso de estos dispositivos es altamente dañino y no debe ser minimizado.
PROCESO LEGISLATIVO EN CURSO
Tras la aprobación en lo general, el debate sobre las reservas de los diferentes grupos parlamentarios continuará en el pleno de la Cámara de Diputados. Las discusiones se centran en la forma en que esta reforma afectará tanto a los consumidores como a la industria, y si las medidas propuestas realmente servirán para erradicar el consumo de estas sustancias y productos, o si, por el contrario, solo incrementarán el mercado negro y fortalecerán a los grupos criminales.
Este tema sigue siendo un punto de controversia, y la reforma podría ser revisada más a fondo a medida que avanza su tramitación en el Congreso. Sin embargo, con la aprobación en lo general, el gobierno de México da un paso más en su objetivo de mejorar la salud pública, aunque las voces de quienes piden una regulación más eficaz continúan siendo una parte fundamental del debate legislativo.