En medio de un clima de tensión persistente entre el Gobierno federal y la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), autoridades de alto nivel encabezadas por Rosa Icela Rodríguez, secretaria de Gobernación, sostuvieron una reunión virtual con el gobernador de Oaxaca, Salomón Jara, para dar continuidad a la resolución de las demandas del magisterio.
La funcionaria federal informó a través de sus redes sociales que también participaron en el encuentro Martí Batres, Mario Delgado y Leticia Ramírez, actual titular de la SEP. Si bien no se ofrecieron detalles precisos sobre los acuerdos alcanzados, se adelantó que los temas discutidos seguirán centrándose en educación, salud, programas sociales, migración y seguridad.
CNTE y Gobierno: diálogo sin pacto, pero con líneas abiertas
La CNTE se ha mantenido firme en su exigencia de la abrogación de la Ley del ISSSTE de 2007, legislación que consideran perjudicial para el retiro digno de los trabajadores del sector educativo. A pesar de que la presidenta Claudia Sheinbaum expresó su disposición a reducir progresivamente la edad de retiro, los representantes del magisterio consideran insuficientes las respuestas hasta ahora presentadas.
El retiro del plantón del Zócalo capitalino, que permaneció por casi un mes, no significó un cese en las protestas, sino una reestructuración interna de la Coordinación Nacional, como estrategia para continuar el diálogo en mejores condiciones y evitar desgaste entre sus bases.
Los temas clave del diálogo: promesas que aún esperan concreción
Aunque no se revelaron acuerdos puntuales tras la más reciente reunión virtual, fuentes oficiales señalan los siguientes puntos como prioridad en las futuras mesas:
1. Educación
Revisión de la infraestructura educativa, programas de formación docente y condiciones laborales. La CNTE exige mejoras concretas y duraderas en escuelas rurales y marginadas, donde la precariedad sigue siendo la norma.
2. Programas sociales
Se propone replantear estrategias de combate a la pobreza en zonas indígenas y vulnerables. Aunque la narrativa oficial promueve la ampliación de los apoyos, no se ha explicado cómo se evaluarán sus resultados ni cómo se evitará su politización.
3. Salud pública
Uno de los reclamos recurrentes es el acceso a servicios médicos básicos. Las comunidades denuncian falta de personal capacitado, desabasto de medicamentos y clínicas abandonadas.
4. Seguridad
La estrategia de seguridad estatal sigue siendo cuestionada por su limitado alcance en regiones alejadas de la capital oaxaqueña. La CNTE ha denunciado hostigamiento policial y criminalización de la protesta social.
Sin acuerdo, pero con narrativa de continuidad
Desde el Ejecutivo federal, se ha optado por una estrategia de comunicación enfocada en destacar el “diálogo permanente”, pero la falta de avances concretos genera dudas entre analistas y entre los propios actores sindicales. Aunque se han planteado acciones en infraestructura, agua potable y seguridad, pocos programas han sido detallados o evaluados públicamente.
La secretaria Rosa Icela aseguró que seguirán trabajando con el gobierno oaxaqueño “en favor de la población”, sin aclarar qué mecanismos se están implementando para garantizar que los acuerdos —en caso de lograrse— se traduzcan en acciones verificables.
Críticas al modelo de negociación
Diversos sectores de la sociedad civil y académicos advierten que el modelo de negociación actual se basa más en contención política que en transformación estructural. El retiro del campamento de la CNTE fue interpretado por algunos como una victoria del diálogo, pero en realidad responde a una táctica organizativa del magisterio, no a la solución de sus demandas.
Mientras tanto, el escenario político se sigue cargando de tensiones entre exigencias sociales legítimas y un aparato estatal que apuesta por el desgaste o la dilación.
¿Y ahora qué sigue?
Se espera que en los próximos días el Gobierno federal y el de Oaxaca den a conocer avances sustantivos, si los hay. Por lo pronto, la CNTE mantiene su exigencia de una mesa resolutiva, con plazos y compromisos firmes.
Finalmente, la ciudadanía observa con escepticismo, mientras las desigualdades estructurales en sectores clave como salud, educación y seguridad siguen sin resolverse.