Productores de aguacate de Tamazulápam del Progreso piden revalorizar el campo mixteco y consumir local, tras los esfuerzos que hacen luego de tres años de plantar, regar y cuidar sus árboles para empezar a ver los primeros frutos.
Vivimos en una cultura en donde se malbarata lo que se produce en la región, en la que prevalece la presencia de coyotes o intermediarios y en la que estamos acostumbrados a regatear, lo que no hacemos en las grandes tiendas”, compartió Noé Santiago Cortés, productor desde hace 20 años aproximadamente.
Detalló que ellos comercializan sus productos en los mercados de la región como Tamazulápam y Huajuapan de León, pero que es muy común la presencia de coyotes que se llevan parte importante de las ganancias.
El productor pone su precio, pero el coyote es quien lo determina, regateando, comercializa con los revendedores los cuales le suben más y al final, el más afectado es el que siembra y cuida las plantas”, lamentó.
Por ejemplo, “los productores piden 60 pesos por el kilogramo de aguacate, el coyote lo paga a 40, y eso si queremos venderlo, de ahí el coyote va y lo vende a 80 con el revendedor y el revendedor lo vende a 120 al público, al triple de lo que obtuvo el productor”.
Explicó que los intermediarios provienen de la misma región, acaparando todo hasta llegar, incluso, a otros estados de la República, ya con una cantidad grande, la cual reúne de todos los productores pues en Tamazulápam hay cada vez más; su huerto “El encanto”, se encuentra en la ranchería de Río del Oro.
Los aguacatales requieren, como toda planta, de cuidados específicos, desde la floración se le da el cuidado de control de plagas, hasta el llenado y cuajado de la fruta; de éste a la cosecha se maneja desinfección de bacterias y hongos.
Tamazulápam aprovecha sus recursos naturales, por lo que el riego es mediante agua de nacimientos naturales, no de pozo, ni aguas tratadas, “es agua natural y se riegan cada 15 días, la nutrición y abonado de los árboles es con materia orgánica como es con abono de res, chivo y trituración de ramas y hojas del mismo árbol, jamás quemamos las ramas y hojas caídas de los árboles”.
Se debe tener paciencia, a raíz de que se planta un árbol y con mantenimiento, a los tres años produce medio kilo o un kilo de frutos, y conforme crece, aumenta la producción.
Un árbol, dependiendo de la altura y bien atendido, da de 150 a 200 kilos por año, producimos una vez al año por variedad, pero esa cantidad va variando por cuestiones climatológicas, cuando hay mal año con plaga o granizo, baja la producción considerablemente”, explicó Santiago Cortés.
Ante ello, llamó a la población a que consuman lo que la región produce, con plena seguridad de que son plantas orgánicas y no se utiliza el fertilizante además, de que el sabor y durabilidad es mucho mejor.
Exhortó a que se compre con los productores directamente cuando ofrecen su producto (9531491925 es su número), “no dejen o permitan que se malbarate todo porque el esfuerzo que hay detrás de cada producto, es muy significativo”, compartió.
