Desde cierto municipio de esta zona noroeste de Oaxaca, el ciudadano Andrés Carrera Jiménez informa al corresponsal que ya hay “honguito”, ya que cuando inician las lluvias los “pequeños que brotan” salen de la madre tierra y su costo es de 50 pesos cada “viaje”, envueltos en hojitas de platanillo. “Así lo vendo yo aquí, más caro ya no…”, comenta el hombre de 70 años de edad.
El periodista se encuentra al honguero cerca del centro de un municipio mazateco, y le pregunta que si ya tiene “honguitos”, y Andrés responde que sí: “cuando quieran ya saben en dónde encontrarme, y hasta los de Huautla me vienen a comprar a mí; son frescos, para que puedan aliviarse espiritual y físicamente de sus males que aquejan a los individuos, mujeres y hombres”, dice.
En cada verano, los hongos alucinógenos y sagrados se dan en esta región, época en que llegan turistas nacionales y extranjeros a sesiones nocturnas y mágicas. De preferencia, los auténticos curanderos recomiendan seguir las indicaciones de éstos y no aventurarse con personas que de la noche a la mañana ya se dicen “chamanas o chamanes”, ya que las veladas deben realizarse con mucho respeto y fe ante Dios.