Tras el anuncio de que el Centro Integral de Revalorización de Residuos Sólidos Urbanos (CIRRSU) estará en San Pedro Totolápam y con ello empiece la solución a la crisis de la basura en la zona metropolitana del estado, el presidente municipal de Oaxaca de Juárez confió en que la pronta disposición del área de destino final de tal proyecto ayude a reducir los gastos por el problema.
Es decir, que los traslados fuera del estado por los que al mes se gastan 20 millones de pesos puedan reducirse significativamente. Al margen del CIRRSU y en espera de otra compactadora de desechos inorgánicos para termo destrucción, la meta es bajar el costo de los viajes en camiones góndolas a 10 millones mensuales, según ha externado el edil Francisco Martínez Neri.
Se da una solución integral, ahora lo que tenemos que resolver es el problema de los tiempos. Tres meses me parece razonable, ojalá y se pueda trabajar para que sea más rápido”, señaló sobre el tiempo en que podría usarse parte de tal espacio.
El ambientalista Nasario García también ve en el CIRRSU un buen proyecto para la zona metropolitana y con el cual se dejará de lado el modelo de rellenos sanitarios como el que operó en Zaachila. Aunque se dijo preocupado por quien estará al frente del mismo, ya que hasta ahora sigue bajo el Organismo Operador para el Manejo Integral de los Residuos Sólidos Urbanos, dirigido por Pedro Alberto López Garrido, quien también gestionó el relleno de Zaachila y “no entregó buenas cuentas”, pues aquel relleno “colapsó”.
Como esto, el integrante del Colectivo de Organizaciones Ambientalistas de Oaxaca (COAO) expuso que la solución a la crisis de los residuos debe de ir de la mano de la educación ambiental y que esto es responsabilidad del congreso local. “Deberían crear una ley para la educación ambiental porque es lo que falta y así se abatiría un problema más”, explicó el activista, quien dijo que a un año de la crisis aún hay deficiencias en la separación de desechos.
Desde octubre de 2022 y al cierre de 2023 se estima que serán 297 millones de pesos los que han costado la crisis a la capital, la mayor generadora de desechos y que en este tiempo ha tenido que educarse en separarlos y reducirlos. De las 476 toneladas diarias de desechos que se estimaban en 2020 (INEGI), a la fecha son 250, casi la mitad.
Aunque el edil capitalino dijo que el CIRRSU permitirá ahorros y con ello se dejará de usar el playón del Atoyac como área de transferencia temporal, el concejal expuso que será necesario contar con otro espacio de transferencia cercano, pues es imposible que los camiones municipales lleguen hasta Totolápam. Además de que todavía se dependerá de transportes de terceros.
Las multas de 3.5 millones de pesos que enfrenta el ayuntamiento por esta crisis siguen pendientes de condonación, dijo el edil, como también el saneamiento del tiradero de Zachila.
El Sindicato Independiente 3 de Marzo, ente municipal que aglutina a las y los empleados de los servicios municipales de la capital, se dijo confiado en la concreción del CIRRSU. Además de destacar que en un año de la crisis ha funcionado la separación de desechos desde el hogar.
Aunado a esto, el área de transferencia en el río Atoyac se ha acondicionado para un mejor manejo de los desechos orgánicos e inorgánicos, señaló Bernabé Baltazar Díaz, secretario general del sindicato.
El representante explicó que con la llegada de la compactadora en próximas semanas habrá un mejor manejo de los inorgánicos para llevarlos a la planta cementera donde se usan como combustible. Y es que hasta ahora ha sido un volumen bajo lo enviado respecto a lo que termina en depósitos finales de Puebla y Veracruz.
