La avenida Campiña con aguas pestilentes apenas llueve un poco; los pasos a desnivel de las riberas del Atoyac en la zona de madera, del puente Valerio Trujano, del Porfirio Díaz, el columpio de Ixcotel, el boulevard Guadalupe Hinojosa, en las laterales de la carretera 190 en diversos puntos de Santa Rosa, Pueblo Nuevo; en calzada Niños Héroes, en el trayecto de avenida Ferrocarril, el paso deprimido del distribuidor vial de 5 Señores, avenida Universidad, Candiani, las lluvias y negligencia oficial han convertido a la zona metropolitana de la ciudad de Oaxaca en la Ciudad del Charco.
Con el riesgo de olvidar muchos más cruces o vías de la ciudad con sendas anegaciones que ponen en riesgo a automovilistas, transeúntes, ciclistas y al transporte público, la ciudad de Oaxaca adolece de una adecuada infraestructura de drenaje pluvial. Nada más tenemos un botón de muestra en la zona de El Bajío, en Santa Lucía del Camino.
EL RECORRIDO
EL IMPARCIAL se dio a la tarea de recorrer puntos críticos de la ciudad por los embalses dejados por las lluvias. En avenida Universidad, frente a Rectoría y los accesos a la Facultad de Administración el persistente el charco en la zona, a pesar de que se realizaron trabajos de pavimentación, que no de nivelación del terreno o adecuación de coladeras o drenajes.
Estamos frente al paso a desnivel del puente a Porfirio Díaz, por fortuna aún hay circulación, pero los autos “bajitos” deben inclinarse hace el carril derecho para pasar, evitar quedar varados o que se meta el agua al interior de los vehículos; las coladeras no se ven y el agua acumulada lleva ahí varios días.
Al sur de la ciudad, es el columpio del bulevard Guadalupe Hinojosa, zona donde son frecuentes los operativos de la policía municipal pero hoy no hay nada… ni circulación, la avenida está anegada y no es posible el paso por la gran alberca de aguas sucias dejada por las lluvias. Está imposibilitado el tránsito hacia la zona de universidades y el CRIT, para llegar es necesario dar una gran vuelta.
FLUYE EL AGUA EN EL ATOYAC, ESO ES NOTICIA
Sobre la rivera del Atoyac corre el agua de manera más abundante que de costumbre, el río hoy tiene flujo hacia la costa y persisten desnudas las estructuras y cimientos de los puentes de concreto o, como en San Jacinto Amilpas, de pilotes metálicos enterrados en el lecho del Río.
Las lluvias “han limpiado” las toneladas de suciedad del Río Salado, aunque las pipas que descargan desechos de fosas sépticas siguen impunemente con su labor. Apenas atrás de las instalaciones y oficinas de la línea de primera clase de nueva cuenta se ha formado el gran charco de la avenida Campiña, nadie, ni los transeúntes, circular por ahí.
SEMÁFOROS INSERVIBLES
Además, los reporteros de EL IMPACIAL dan cuenta de cruceros con fallas en semáforos, aparatos sin electricidad o con inadecuado funcionamiento, tal es el caso del cruce de Independencia con Melchor Ocampo, en el centro histórico.