Vendedores cercanos a la zona aledaña al tiradero clandestino habilitado por CATEM sobre el playón del Río Atoyac, urgieron a las autoridades estatales a intervenir, dado que trabajando una sola máquina no van a terminar pronto.
Luego del cierre del tiradero municipal ubicado en la Villa de Zaachila ocurrido el 8 de octubre pasado, la situación se ha complicado principalmente en la capital dado que carece de un sitio de disposición final de desechos.
Y por lo cual, tanto la autoridad municipal como recolectores privados adheridos a la Confederación Autónoma de Trabajadores y Empleados de México (CATEM), utilizan de manera temporal los playones del río Atoyac.
Sin embargo ante la proximidad de las fiestas de los Lunes del Cerro y el arribo de miles de turistas nacionales y extranjeros, el municipio limpió el sitio temporal que utilizaba como lugar de transferencia frente a las bodegas de fruta en el mercado de Abasto.
Ahora tras la limpieza en uno de los dos espacios habilitados por la crisis generada luego de la clausura definitiva del basurero localizado en Zaachila, sigue pendiente la recolección de miles de toneladas.
Los comerciantes consultados en la cercanía del Mercado de Madera indicaron que la tarea luce complicada porque los agremiados a CATEM siguen ingresando basura por las noches.
A decir de los quejosos, las camionetas particulares descargan a media noche debido a que no hay vigilancia en la zona y es toda la basura que acumulan en sus recorridos por colonias y municipio de Xoxo y Jalpan.
Explicaron que la contaminación en el lugar y zona cercana es fuerte, ya que los malos olores ahora que están removiendo las montañas de desechos de todo tipo es alarmante.
Cubiertos con cubrebocas debido a que el olor es penetrante e insoportable en el camellón frente al mercado de Madera y al playón utilizado por los recolectores particulares urgieron a las autoridades sanear el sitio de disposición final.
Por ejemplo indicaron que una vez retirada toda la basura, tanto Profepa como Semarnat, Conagua y demás instancias locales deberán evaluar los daños en el playón y evitar que se vuelva a utilizar.