En Oaxaca se incrementa a 60 pesos el kilo de aguacate hass
Amas de casa entrevistadas en distintos puntos de la capital dijeron que ya no sienten “lo duro, sino lo tupido”, por las alzas de las verduras, entre otros artículos de la canasta básica y el mísero sueldo de los trabajadores cada día alcanza menos.
María Agustina Jiménez citó el caso del kilo de aguacate hass, el cual este inicio de semana se estaba vendiendo en algunos negocios de los mercados del fraccionamiento El Rosario a 60 pesos, cuando apenas el lunes en los mismos centros comerciales se vendía a 45 pesos.
En un recorrido por diversas tiendas de autoservicio se logró establecer que el aguacate Has en malla se estaba vendiendo a un precio de entre 30 y 40 pesos el kilo, mientras tanto en distintos mercados y verdulerías de la capital el costo era de entre 50 a 60 pesos.
La ama de casa dijo que su esposo apenas si gana 84 pesos diarios, por lo que se vio en la necesidad de comprar solamente dos aguacates de tamaño regular, mismos que le fueron vendidos en 20 pesos, lo cual “es un lujo”, principalmente para las personas de escasos recursos.
Albina Hernández comentó que en ocasiones los precios son incrementados por los mismos vendedores, ya que los introductores no le suben tanto, “es la misma gente que encarece todo, caminando un poco a veces se puede comprar con la misma calidad a un menor costo”.
Esperanza Nicolás expuso que hace días checó el precio del kilo de pollo en un expendio y le dijeron que costaba 44 pesos el kilo, cuando a unos 300 metros encontró en otro negocio, el mismo producto a 35 pesos el kilogramo, por lo que es bueno “buscar la oferta y la demanda”.
Lo mismo sucede con otras verduras, hay personas que venden frutas como el mango jade que llega a costar el kilogramo 20 pesos, cuando hace un mes se podía adquirir en 8 pesos el mismo peso, “realmente no existe un control de precios”, destacó.
Entrevistadas por separado las amas de casa coincidieron que todos los productos agroalimentarios se están incrementado cada vez más, atribuyendo esta situación a la escasez del producto en los lugares donde se cultiva, asimismo, a la constante alza de los combustibles.
