La violencia que se ejerce contra la mujer está lejos de terminarse, cada día aumenta el número de casos de víctimas en feminicidios. Tan solo en lo que va del año, al menos 16 mujeres han sido asesinadas en Oaxaca. La regió del Istmo ocupa el segundo lugar en el rubro.
El hijo de Bertha tuvo un fuerte impacto la mañana del 25 de diciembre pasado. El niño, que esperaba tal vez su regalo de navidad, ese día vivió el peor terror de su vida. Halló muerta a su mamá en la cama. Bertha había sido asesinada a cuchillazos mientras dormía en el municipio de Unión Hidalgo, en el Istmo de Tehuantepec. El feminicida, fue su propio esposo quien le cortó el cuello.
El Grupo de Mujeres 8 de Marzo de inmediato ofreció el acompañamiento al menor quien se encuentra al cuidado de esta organización que desde hace décadas trabaja en la erradicación de la violencia contra las mujeres y menores de edad.
De acuerdo con Rogelia González Luis, dirigente del Grupo de Mujeres 8 de Marzo, la violencia contra la mujer no cesa, pese a que las féminas siguen alzando la voz exigiendo respeto y políticas públicas que garanticen su bienestar en el seno familiar, donde deberían estar seguras.
Rogelia González Luis señaló que según cifras oficiales, Oaxaca ocupa el segundo lugar en el país en víctimas de feminicidio. A la fecha, en lo que va del año, 16 mujeres en todo el estado han sido víctimas de feminicidio.
“Es un dato alarmante, el último fue aquí en Juchitán el caso de Carolina“, comentó la activista, quien lamentó que las cifras no sean nada alagadoras, toda vez que 11 mujeres al día son víctimas de feminicio en el país.
“Las mujeres están confinadas en sus casas con sus agresores y eso ha hecho que incremente la violencia“, agregó.
González Luis señaló que las mujeres, principalmente en las comunidades indígenas que están padeciendo también de pobreza y marginación, no hay recursos económicos para solventar sus gastos y los gobiernos no generan políticas públicas que influya para que tengan acceso a la educación, a la justicia, a sus derechos y a su salud.
“Son las mujeres las que cuidan a los enfermos, los que educan a los hijos, las que tienen que salir a buscar la comida. Las más pobres, las más marginadas, las más excluídas son las mujeres indígenas, en ese sentido en los territorios locales estamos trabajando para empoderar a las mujeres para que, en primer lugar, conozcan sus derechos y no permitan que nadie las matrate, que nadie las toque y nadie las golpee“, sostuvo.
Por su parte, Claudia Valeria Hernández Esteva, directora del Centro de Apoyo y Atención a la Mujer Istmeña (CAAMI) aseguró que la violencia intrafamiliar va en aumento. Coincidió que las cifras aumentaron desde que inició la pandemia.
Antes de la pandemia, unas cinco mujeres al mes hablaban por teléfono a las oficinas del CAAMI para solicitar ayuda. En el último año, al menos 20 mujeres piden auxilio por la violencia en la que viven en sus hogares.
Claudia Valeria informó que durante el 2020 de enero a diciembre se atendieron a 300 mujeres que por primera vez pidieron el apoyo en el CAAMI quienes sufrieron violencia en cualquiera de sus tipos y modalidades.
Al menos 15 mujeres fueron atendidas por violencia intrafamiliar, 153 decidieron iniciar con demandas de pensión alimenticia y divorcio. Por violencia sexual fueron atendidas 10 mujeres, además que el CAAMI ha seguido de cerca dos casos de feminicidios, mientras que por violencia psicológica se atendió a 115 mujeres.
En el marco del día Internacional de la Mujer, el Grupo de Mujeres 8 de Marzo y las organizaciones que integran la Red Interinstitucional para la Prevención y Atención a Casos de Violencia Familiar y Sexual en la Región del Istmo de Tehuantepec, llevaron a cabo una marcha en Juchitán.