El presidente de Rusia, Valdimir Putin, mantuvo este jueves su tradicional sesión anual de preguntas y respuestas con la ciudadanía, en la que contestó sobre numerosas cuestiones internas y mundiales, ente ellas la advertencia de una Tercera Guerra Mundial y su negativa a retirar sus militares de Siria.
Antes de responder a las preguntas de los ciudadanos en el marco de la décima sexta edición de la llamada “Línea Directa” desde 2001 y la primera desde que inició su cuarto mandato presidencial en mayo pasado, Putin reafirmó los objetivos de su nuevo periodo al frente de Rusia, que terminará en el año 2024.
Aseguró que Rusia va por el buen rumbo y reiteró su objetivo de aumentar la esperanza de vida de sus compatriotas, reducir la pobreza y colocarse entre las cinco primeras economías del mundo, según las agencias rusas de noticias Sputnik e Itar-Tass.
Enseguida, respondió sobre temas sociales como la lucha contra la corrupción, los salarios, pensiones, sanidad, demografía, educación, entre otros asuntos.
Además de los asuntos internos en su país, Putin contestó sobre cuestiones internacionales, como el temor a una Tercera Guerra Mundial, las tensiones con las potencias occidentales, el conflicto en Siria y el envenenamiento del exespía ruso Serguei Skripal y su hija Yulia.
En su tradicional “Línea Directa, que fue transmitida en directa por las cadenas de televisión y emisoras de radio locales, Putin dijo que el inicio de una Tercera Guerra Mundial siempre se detuvo gracias a la comprensión de que ello significaría el fin de la civilización humana.
El mandatario ruso citó la célebre frase del físico Albert Einstein. “No sé con qué medios se combatirá en la tercera guerra mundial, pero la cuarta será con piedras y palos.
La comprensión de que la Tercera Guerra Mundial puede resultar el fin de la civilización actual, justamente esta comprensión, debe contenernos de acciones extremas y extremadamente peligrosas para la civilización contemporánea en la arena internacional”, advirtió.
Según Putin, es necesario hallar una forma de interacción moderna y que responda a las realidades actuales. “Ya es hora de sentarse a la mesa de conversaciones y no solo pensar, sino también elaborar esquemas de la seguridad internacional modernos acordes a nuestros días”, indicó.
Sobre la guerra siria, el jefe del Kremlin manifestó que por ahora no tiene previsto retirar su contingente militar de Siria, a pesar de que su presencia en el país árabe implica la muerte de soldados.
“Si es necesario, podremos retirar bastante rápido a todos nuestros militares de Siria. Pero por ahora los necesitamos, porque cumplen con misiones importantes, entre otras cosas para garantizar la seguridad de Rusia en la región y nuestros intereses económicos”, señaló.
Respecto al caso Skripal, el mandatario ruso pidió que su país pueda tener acceso a Yulia, la hija del exespía ruso, además participar en la investigación en torno al envenenamiento de ambos.
“Quisiéramos que nos dieran la posibilidad primero, del acceso a nuestros ciudadanos, en este caso a Yulia, y que nos den la posibilidad de participar a fondo en la investigación. “Hasta que esto no suceda, nos resultará difícil comentar algo”, expresó.
Putin se mostró hoy conciliador con Occidente, al que propuso la normalización de relaciones, y con su propio pueblo, al que prometió una nueva etapa de bonanza económica, a una semana del Mundial de futbol.
“Ven a Rusia como una amenaza (…), como un competidor. Esa es una política completamente errónea. No hay que contener a nadie, incluida Rusia, sino forjar unas relaciones constructivas”, aseguró.
En su tradicional “Línea Directa” con la ciudadanía, en la que tanto respondió en directo por la televisión a preguntas de camioneros, amas de casa y blogueros como regañó a ministros y gobernadores, Putin afirmó: el entendimiento de que hay cooperar con Rusia “ya está llegando a nuestros socios”.
Fíjense en lo que está pasando en muchos países. A nivel político ya hablan de la necesidad de tener unas relaciones normales (con Rusia). Sólo espero que este proceso gane enteros”, dijo.
Putin, quien ha mantenido en las últimas semanas reuniones con los dirigentes alemán, francés y austríaco, subrayó que los países europeos ya no hablan “sólo al oído, sino públicamente” también sobre la necesidad de revocar las sanciones contra Rusia.
Destacó que, por su parte, el Kremlin está dispuesto a alcanzar “compromisos” y se mostró convencido de que las presiones sobre Rusia terminarán cuando Occidente “se convenza de que esos métodos no son efectivos, sino contraproducentes y perniciosos para todos”.
Al respecto, no dudó en llamar sanciones a las medidas arancelarias adoptadas por Estados Unidos contra el acero y el aluminio procedentes de la Unión Europea, Canadá o México.
“De hecho, son sanciones. ¿Y por qué? ¿Acaso se ‘anexionaron Crimea’, como dicen nuestros socios? No. Eso está relacionado con los intereses nacionales de Estados Unidos, con cómo entienden esos intereses los actuales dirigentes estadounidenses”, comentó.
Abogó por consensuar unas “reglas de juego” comunes para todos, aunque consideró una “sandez” decir que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, empuja a Europa a los brazos de Rusia con su política hacia el viejo continente.
A una semana del partido inaugural de la Copa Mundial de Futbol, el proyecto desarrollista con el que Putin quiere convertir a Rusia en una de las primeras cinco economías del mundo, advirtió a Ucrania contra una posible provocación en vísperas del torneo.
“Espero que no lleguemos a tales provocaciones. Si eso ocurre, tendrá consecuencias muy graves para el Estado ucraniano en su totalidad”, alertó.
En respuesta a una pregunta efectuada desde el este ucraniano por el escritor ruso y comandante separatista Zajar Prilepin, subrayó que las autoridades ucranianas “no están en disposición de solucionar el problema”.
Además, negó que se plantee intercambiar al cineasta ucraniano Oleg Sentsov, condenado a 20 años de cárcel en Rusia, por el jefe de la agencia rusa RIA Nóvosti en Kiev, Kirill Vishinski, detenido recientemente en Ucrania por alta traición.
“Son cosas absolutamente diferentes que no se pueden comparar. Por eso, ni nos lo hemos planteado”, declaró.
En cuanto a la situación económica, afirmó que el país ha entrado en una nueva fase de crecimiento, aunque “leve”, tras más de dos años de profunda recesión, y destacó el aumento de la inversión y que la inflación roza “el mínimo histórico”.
“Es un indicador muy bueno. Significa que tenemos asegurado el crecimiento en un futuro inmediato. No lo sienten todas las personas. Pero es la verdad”, resaltó.
Por otra parte, en un arrebato de sinceridad, tachó de “inaceptable” la fuerte subida de los precios de la gasolina de las últimas semanas y anunció un paquete de medidas para frenar una situación que ha levantado una ola de críticas entre los ciudadanos.
“Lo que está pasando ahora es inaceptable, no está bien. Pero el Gobierno ya ha tomado una serie de decisiones que deben corregir esta situación”, aseveró.
Y en un guiño a la juventud, actual granero de la oposición, prometió que populares redes sociales como Youtube e Instagram no corren riesgo de cierre, tras la polémica generada en este país por la decisión de bloquear el servicio de mensajería Telegram.
El presidente ruso ofreció este jueves la tradicional sesión de respuestas a las preguntas de sus compatriotas, que enviaron más de dos millones de llamadas telefónicas, correos electrónicos, mensajes de texto y videos de toda la geografía rusa.
En 2017, Putin respondió a más de 70 preguntas durante cuatro horas, aunque el récord lo batió en 2013, cuando estuvo en pantalla durante cuatro horas 47 minutos para contestar a 85 preguntas.