El pasado 23 de enero, un informe de NBC News dejó en evidencia una discrepancia entre las versiones del gobierno mexicano y las autoridades de Estados Unidos respecto a las deportaciones de migrantes. Según la cadena estadounidense, México habría rechazado un avión militar de Estados Unidos con migrantes deportados a bordo. Lo que generó una inmediata respuesta desde la Casa Blanca. Karoline Leavitt, portavoz de la administración del presidente Donald Trump, desmintió este hecho, y detalló que en realidad, México había aceptado cuatro vuelos de deportación en un solo día, un récord que, según ella, era posible gracias a la colaboración con el gobierno republicano.
LOS HECHOS SEGÚN NBC NEWS Y LA CASA BLANCA
De acuerdo con el reporte de NBC, dos aviones C-17 de la Fuerza Aérea de Estados Unidos, cada uno con alrededor de 80 migrantes a bordo, partieron la noche del 23 de enero con destino a Guatemala, mientras que un tercer vuelo, con rumbo a México, nunca despegó. Fuentes del Departamento de Defensa de Estados Unidos, junto con otras personas cercanas a la operación, confirmaron el incidente, el cual fue calificado como un rechazo por parte del gobierno mexicano.
Sin embargo, Karoline Leavitt, vocera de la Casa Blanca, contradijo esta versión y reveló que México había aceptado cuatro vuelos de deportación en un solo día. Además, afirmó que las deportaciones continuaron sin mayores restricciones a través de otros medios, como transporte terrestre. Leavitt destacó que gracias a las políticas implementadas por el expresidente Donald Trump, el gobierno mexicano ha intensificado las deportaciones.
“Gracias al presidente Trump: ¡Ayer, México aceptó un récord de cuatro vuelos de deportación en un día!”, escribió en su cuenta de X, antes conocida como Twitter.
LA RESPUESTA DEL GOBIERNO MEXICANO
Ante las declaraciones de la Casa Blanca, el gobierno mexicano, a través de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), negó el rechazo de vuelos y reafirmó su postura de cooperación con Estados Unidos en temas de migración. En un comunicado, la SRE subrayó que ambos países mantienen una relación respetuosa y de buena cooperación. Además, la dependencia destacó que
México está siempre dispuesto a recibir a sus ciudadanos deportados con los brazos abiertos, y que las repatriaciones de mexicanos se realizan sin ningún inconveniente.
“Tratándose de repatriaciones, siempre aceptaremos la llegada de mexicanas y mexicanos a nuestro territorio con los brazos abiertos. México te abraza”, se expresó la SRE, aclarando cualquier malentendido sobre el tema.
DEPORTACIONES BAJO LA ADMINISTRACIÓN DE TRUMP
En paralelo a las declaraciones sobre los vuelos de deportación, Karoline Leavitt también informó que la administración de Donald Trump, al regresar a la Casa Blanca en enero de 2025, había realizado 538 detenciones de migrantes solo hasta el 23 de enero, en el marco de un esfuerzo por asegurar la frontera sur de Estados Unidos. La portavoz también señaló que entre los detenidos había un presunto terrorista, cuatro miembros del Tren de Aragua (un grupo criminal latinoamericano) y varios migrantes condenados por delitos sexuales contra menores.
Leavitt también subrayó que la Patrulla Fronteriza había reportado una disminución significativa en los intentos de cruce ilegal hacia Estados Unidos, destacando que la administración Trump ha retomado una postura firme en cuanto al control de la migración y la seguridad en la frontera.
MÉXICO PREPARA UN PROGRAMA INTEGRAL DE APOYO
Por su parte, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, ha dejado claro que su administración está lista para recibir a los migrantes deportados y ofrecerles apoyo integral. En sus declaraciones, Sheinbaum recordó que el gobierno mexicano ha diseñado un programa de asistencia para los deportados, el cual incluye acceso al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), programas de bienestar, y apoyo inicial para los migrantes que lleguen al país sin recursos.
Desde Palacio Nacional, la mandataria explicó que el gobierno mexicano tiene un plan integral para asegurar el bienestar de los deportados, que incluye la asistencia en transporte, empleo y atención médica.
“Cuando lleguen a México ya hay un programa integral que tiene que ver con apoyos de Bienestar, ingreso al IMSS, empleo, transporte para que puedan llegar a sus lugares de origen, un pequeño apoyo inicial que les permita llegar si llegan sin recursos”, puntualizó Sheinbaum.
¿UN DESACUERDO DIPLOMÁTICO O UNA POLÍTICA MIGRATORIA EN TRANSFORMACIÓN?
Este cruce de declaraciones entre los gobiernos de México y Estados Unidos refleja la complejidad de la relación migratoria entre ambas naciones. Por un lado, el gobierno de Estados Unidos parece enfocarse en una postura más rigurosa respecto a la seguridad fronteriza, mientras que el gobierno mexicano, bajo la administración de Claudia Sheinbaum, continúa promoviendo un enfoque más humanitario hacia los migrantes, brindando apoyo a quienes son deportados, pero también colaborando en la repatriación de aquellos que cruzan ilegalmente.
El futuro de las deportaciones y la relación bilateral dependerá de cómo ambos países gestionen estos desafíos, con el contexto político en ambos lados de la frontera aún en constante evolución. Las autoridades de Estados Unidos han manifestado su confianza en las políticas de Trump para asegurar la frontera, mientras que México sigue reafirmando su disposición para recibir y apoyar a los migrantes, sin perder de vista la soberanía y el respeto mutuo.
Finalmente, este episodio puede ser solo un capítulo en la compleja narrativa de la migración y las relaciones internacionales entre ambos países. Un tema que, sin duda, continuará dando de qué hablar en los próximos meses.