El servicio del Metro es gratis en Caracas, pero esto no es resultado de algún indicador de desarrollo ni de calidad… El motivo es reflejo de la gran crisis que atraviesa Venezuela.
Los billetes, una especie de pequeños cartones de color amarillo que se entregaban al pagar por el transporte se han agotado y la empresa estatal no ha podido importarlos más, de acuerdo con CiberCuba.
“La compañía no ha vuelto a comprar los rollos de boletos, porque no tiene recursos ni para eso”, reveló Alberto Vivas, de la Asociación Civil Familia Metro, que agrupa a extrabajadores del sistema.
Además, la escasez de efectivo hace imposible una tarifa subsidiada, que se ha mantenido sin aumentos por años y que la ‘hiperinflación’ ya ha devorado.
Taquilla tras taquilla se puede leer la leyenda de: “Cerrado”. No hay personal para cobrar los pasajes; la migración ha afectado de tal manera que hace dos años la empresa suspendió la tramitación de renuncias de su personal para tratar de detener el éxodo de los trabajadores.
Dentro del subterráneo, los pasajeros abarrotan los vagones sucios, después de haber esperado hasta treinta minutos en el andén.
El estado en las líneas no es la mejor y la falta de trenes llega hasta el 50 por ciento. Luego de una millonaria reparación que quedó inconclusa, el servicio no mejoró.
Familia Metro explicó que 13 trenes nuevos que fueron adquiridos no funcionan por fallas. Esta empresa provee de piezas de repuestos a otra flota de 48 convoyes comprados a una compañía española mediante un contrato firmado en 2008, que incluía la modernización del sistema por mil 850 millones de dólares y, la cual está siendo investigada por varias denuncias de ilegalidades.
Las frecuentes fallas ocasionan el desalojo de los pasajeros en medio de vías y túneles.
