En los últimos días, se ha intensificado la violencia y los actos de venganza contra civiles, lo que complica aún más la ya tensa situación en el país.
Se han documentado numerosas operaciones militares que han generado una gran preocupación internacional, especialmente a la luz de las advertencias del enviado de la ONU para Siria, Geir Pedersen, quien ha llamado a la moderación y ha instado a evitar la política de represalias y venganzas que podría agravar aún más la crisis humanitaria.
Violaciones contra civiles
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos ha confirmado que militantes afiliados a la dirigencia islámica en Siria llevaron a cabo al menos 35 ejecuciones sumarias, con la gran mayoría de las víctimas pertenecientes al antiguo régimen de Bashar al-Assad.
Estos actos de venganza han ido en aumento, con combatientes locales, pertenecientes a la mayoría ideológica del país, ajustando cuentas con miembros de minorías ideológicas. Ante la ausencia de un estado de derecho, estas acciones adquieren un carácter aleatorio, contribuyendo al caos reinante en la región.
Entre las violaciones documentadas por el Observatorio Sirio se encuentran campañas de arrestos arbitrarios, donde los detenidos son insultados y sometidos a humillaciones físicas y psicológicas.
Las violaciones también incluyen la destrucción de símbolos religiosos, ataques contra bienes públicos y privados, mutilación de cadáveres y ejecuciones en el terreno que han evidenciado un nivel de crueldad sin precedentes contra civiles.
Advertencia de la ONU a la autoridad de la Sharía
En respuesta a estas violaciones, Geir Pedersen, el Enviado Especial de la ONU para Siria, subrayó la necesidad de evitar caer en un ciclo de represalias tras la caída del régimen sirio.
Durante una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU, Pedersen expresó su profunda preocupación por los informes sobre malos tratos a detenidos, incluidos secuestros, saqueos y la confiscación forzada de propiedades.
Hizo un llamado a la comunidad internacional para que tome medidas efectivas y detenga estas violaciones antes de que provoquen un mayor deterioro de la situación humanitaria.
Posición de EE.UU. y transformaciones políticas
En otro contexto, Sebastian Gorka, asistente adjunto del presidente de EE.UU. y director de Contraterrorismo en el Consejo de Seguridad Nacional, habló en una entrevista con el portal estadounidense Alhurra sobre la figura de Ahmed al-Sharaa, conocido como “Abu Muhammad al-Julani”, líder de Hayat Tahrir al-Sham.
Gorka puso en duda la posibilidad de que al-Julani se convierta en un líder democrático, subrayando que enfrenta grandes desafíos para construir una autoridad legítima en Siria.
Señaló que al-Julani solo controla ciertas áreas del país y no tiene la capacidad de imponer su autoridad en todo el territorio sirio.
También enfatizó que el yihadismo rara vez se convierte en una ideología democrática, lo que plantea interrogantes sobre el futuro de la región si al-Julani logra consolidar su poder.
Desafíos futuros para al-Julani
Expertos militares y políticos consideran que al-Julani enfrenta enormes desafíos en su intento de afianzarse en el poder. Necesita mantener sus alianzas con las facciones radicales que combaten bajo la bandera de su organización, al mismo tiempo que debe proyectarse como un líder capaz de gobernar legítima y eficazmente el país.
Si al-Julani opta por una política flexible en su trato con las facciones, esto podría generar divisiones dentro de la estructura de liderazgo actual, complicando aún más la situación militar y política en Siria.
Ante la escalada de violaciones y la ausencia de soluciones políticas efectivas, la situación en Siria sigue siendo extremadamente compleja. A pesar de las crecientes advertencias internacionales, la violencia y las represalias de Hayat Tahrir al-Sham continúan socavando los esfuerzos por lograr una estabilidad duradera en el país.
Existe una necesidad urgente de encontrar soluciones políticas integrales, flexibles y justas que contribuyan a aliviar el sufrimiento de los civiles y a restablecer la seguridad y la estabilidad en la región.