Al menos 56 civiles murieron y 379 resultaron heridos durante las elecciones parlamentarias celebradas en Afganistán a finales de octubre, marcando el nivel más alto de violencia registrado en unos comicios, según denuncia un informe presentado hoy por la misión de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en el país.
La mayoría de las víctimas -52 muertos y 339 heridos- se registraron en la misma jornada electoral del 20 de octubre y la mayor parte de los 108 ataques fueron perpetrados por los radicales islamistas talibanes, detalla el informe especial elaborado por la Misión de Asistencia de las Naciones Unidas en Afganistán (Unama).
Las cifras documentan un récord de violencia respecto a las cuatro citas electorales anteriores en el país. Los talibanes lanzaron misiles, morteros y granadas y utilizaron artefactos explosivos improvisados contra locales electorales en el país, detalla el texto. Más de una tercera parte de las víctimas murieron durante ataques a centros electorales y zonas civiles y en torno a una quinta parte por bombas colocadas cerca de los locales de votación. Entre las víctimas mortales hay al menos 23 niños.
Antes de los comicios, los talibanes emitieron al menos tres comunicados decretando que la participación en los comicios era un pecado y un crimen y prometieron hacer todo lo que estuviera en sus manos para hacer fracasar las elecciones, al tiempo que pidieron a líderes tribales, profesores y mulás (líderes islámicos) que impidieran el proceso.
Unos 8,8 millones de afganos fueron convocados a las urnas el 20 de octubre para elegir un nuevo Parlamento, pero las dificultades organizativas hicieron postergar la votación un día en más de 400 locales. El 27 de octubre se votó además en la provincia de Kandahar, tras ser retrasados allí los comicios por el asesinato del responsable de la policía de Kabul dos días antes de la cita electoral. Los resultados preliminares aún no se conocen y se espera se anuncien a finales de mes.