La adicción a las redes sociales en jóvenes
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La adicción a las redes sociales en jóvenes

Para los jóvenes, la comunicación rápida y la variedad de servicios que ofrecen las redes representan un gran atractivo


Foto: internet // La adicción a las redes sociales en jóvenes
Foto: internet // La adicción a las redes sociales en jóvenes

 

  • Parte II

 

Para los jóvenes, de acuerdo con María Martín Rosell y Manuel Hernández, especialistas en comunicación audiovisual y publicidad, la comunicación rápida y la variedad de servicios que ofrecen las redes representan un gran atractivo. Además, la pertenencia a un grupo y la aceptación social los impulsa a buscar estas formas de comunicación.

Asimismo, Jennifer Mandujano, investigadora de la UNAM, realizó estudios sobre adicciones como el tabaco y las redes sociales, ella menciona que “la adicción está determinada en mantener una conexión excesiva en redes que va aplazando actividades en el trabajo, en la escuela y en el hogar”.

Entonces, la familia debe ser la base para mitigar esta adicción, de acuerdo con David Olson, experto en temas de familia y sociólogo, dice que “el funcionamiento familiar es la interacción de vínculos afectivos entre sus miembros (cohesión) y la capacidad de superar las dificultades que atraviesa (adaptabilidad)”. Al no ocurrir alguno de estos elementos surge la disfuncionalidad, lo que lleva al dolor y la agresión.

Pero, ¿cómo encontrar ese equilibrio en la familia y reducir el impacto que generan las redes sociales?

De acuerdo con Luz Mery Castillas, especialista en educación menciona que “la base de una relación armoniosa es la comunicación donde se intercambian mensajes, creando un proceso continuo, donde el emisor trasmite un mensaje, ideas, deseos y sentimientos”. Esta comunicación puede ser con amigos y familiares que se refuerza al realizar actividades juntos como salir a pasear, entretenerse en juegos de mesa, generar espacios de confianza, decir la verdad de las calificaciones obtenidas, informar la relación que tienen con maestros, el novio o novia, en qué se divierten, pedir permiso y no mentir.  De esta manera, se daría el equilibrio entre cohesión y adaptabilidad que señala Olson.

Estas investigaciones me ayudaron a saber que estoy en un mundo ajeno a los problemas que suceden en casa, pero son inherentes a la convivencia y lo importante es salir adelante a pesar de ellos, pero ¿cuántas veces no entregué una tarea por estar en ese proceso de comunicación virtual?

Tengo una adicción a las redes sociales y no sólo yo, sino el resto de mis compañeros de universidad. Veo en ellos un espejo de mi propio ser, disfrutamos estar frente a un celular, pero si acepto que tengo esa adicción puedo superarla. Si puedo superarla entonces enfrentaré mis problemas familiares.

Mis problemas están ahí y al final debo enfrentarlos, tener el valor de trasmitir lo que me disgusta y no callar mis sentimientos, ni evadirlos. Eso me llevaría a moderar el consumo de las redes sociales y dar importancia a las actividades de la escuela y la familia.

Por consiguiente, no puedo permitir que un aparato ocupe el lugar de mi familia o de mis amigos. Un celular no me va ayudar a resolver mis problemas. No soy esclavo de algo ajeno a mí. Y no debe existir una vinculación eterna entre él y yo. Es un instrumento de comunicación, no un elemento afectivo.

En realidad, considero que todos los jóvenes hemos atravesado por un problema familiar, se considera algo que sucede y no se da importancia porque se ha normalizado. No obstante, jóvenes como yo, los evadimos y hemos generado una adicción enchufados a un celular.

Si correlaciono los problemas familiares con mi adicción a las redes sociales, estoy generando una relación causal. Entonces, atribuyo mi adicción a elementos ajenos a mí. Ahora me doy cuenta que puedo salir de esta relación. Tal vez en un principio, me refugié en las redes para escapar por no ser comprendido, pero también soy un ser con autonomía que no puedo estar conectado a un celular. Por lo tanto, a pesar de los problemas de la vida cotidiana y el estrés en la universidad, tengo que valorar mi vida como una oportunidad para lograr mis objetivos y ser un joven independiente ajeno a los problemas de mi entorno.


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