Raúl “El Negro” Araiza: las adicciones que lo hicieron tocar fondo

Uno de los conductores más queridos de la televisión mexicana es Raúl Araiza, quien gracias a su carisma y buen humor ha logrado forjar un estrecho vínculo con el público, el cual lleva varios años viéndolo participar en “Hoy”, programa matutino del que se ausentó un tiempo debido a la rehabilitación a la que se sometió para superar sus adicciones y retomar el control de su vida. Y aunque esto puede decirse fácil, lo cierto es que llevarlo a la práctica puede ser un verdadero reto.

Es por ello que “El Negro” Araiza decidió sincerarse en torno a la situación en una de las emisiones de “Miembros al Aire”, donde además, destacó que en una ocasión sus hijas lo vieron muy mal y llegó a arruinar varios eventos familiares, cuestiones que le ayudaron a tocar fondo y pedir ayuda.

Pues previamente, gracias a su trabajo y a las giras que este provocaba, podía enfiestarse lejos de su hogar y mantener una buena imagen ante su familia, no obstante llegó un momento en el que cuando ya era más maduro, sus hijas lo vieron muy ebrio en unas vacaciones y él reflexionó que no quería dejarles ese tipo de recuerdos.

“Ahí es cuando yo me empecé a alivianar sin dejar de vivir, siempre he ido en contra de, pues de dejar de vivir los placeres, pero pues sí te limitas”, aseguró Raúl “El Negro Araiza”.

Pero ¿a raíz de qué suceso fue que Raúl Araiza comenzó a beber?  luego de pasar cuatro años en la escuela militarizada que regresó a querer vivir su juventud y se encontró con dos grandes placeres y perdiciones: las mujeres y el alcohol.

No obstante, en ese momento, “El Negro” Araiza estaba “muy chavito” y veía el hecho de “enfiestar” como algo normal y común entre las personas de su edad, sin embargo, poco a poco, se dio cuenta de que a algunas personas en lugar de hacerles bien y de ver al alcohol solo como una bebida ocasional, se les comenzaba a generar una dependencia y por ende, un problema, entre ellas él, quien por mucho tiempo luchó contra esta fuerte adicción.

Pero fue el amor por su familia el que lo ha ayudado a salir a flote y regresar a los proyectos de los que incluso se tuvo que alejar un tiempo para tomar tiempo para rehabilitarse y poder empezar desde cero, siempre recordando que la vida no debe ser un continuo martirio, sino un abanico de placeres cuya velocidad hay que saber ondear.