La contaminación está modificando la calidad de vida de todos los que habitan el planeta, los animales, la vegetación, los mares y ríos y sobre todo los humanos están padeciendo las consecuencias del uso indiscriminado de plásticos, principalmente.
En México se consumen anualmente más de 800 mil toneladas de plásticos, que en su mayoría no son reciclados, y por la falta de cultura para el tratamiento de este tipo de residuos lo que se está logrando es que solamente contaminen.
Las malas prácticas de manejo como la incineración y el no clasificar los plásticos para su reciclaje han generado impactos negativos casi irreparables, sumado a los periodos largos de la degradación o la biodegradación de los plásticos, que oscilan entre seis meses y 500 años.
El unicel
El unicel es un poliestireno que se utiliza como contenedor de alimentos, pero éste tiene un proceso de degradación más lento que otros plásticos, que va desde los 800 años en mares y océanos, hasta los mil 400 años en tierra.
En varios estudios se ha comprobado que es tóxico cuando está en contacto con el calor y su manejo para la transportación es difícil debido a que el 95% de un recipiente es aire, por lo que son volúmenes muy grandes con respecto a su peso.
La respuesta gubernamental
En los últimos dos años varios congresos locales y gobiernos municipales se han sumado al combate a la contaminación provocada por los plásticos, mediante la aprobación de iniciativas para prohibir el uso de popotes, utensilios y bolsas de plástico.
Como Sonora, Veracruz, Chihuahua, Durango, Jalisco, Tamaulipas, Baja California, Coahuila, Tlaxcala, Guerrero, Oaxaca, Puebla, Tabasco, Ciudad de México, San Luis Potosí, Nuevo León Hidalgo y ciudades como Oaxaca de Juárez, Tijuana, Aguascalientes, Querétaro, Cancún, Toluca y Tlalnepantla.
Propuestas ciudadanas
En algunos municipios de Oaxaca las autoridades han ofrecido la renta de loza y cubertería para las fiestas patronales, y así de esta forma poder reducir el consumo de cubiertos, vasos y platos desechables.
De igual forma una pareja de emprendedores en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, Abel Burguete, ingeniero en Sistemas y su esposa, Adriana Zenteno, odontóloga pediátrica, decidieron emprender con una propuesta llamada Verde Fiesta, que cosiste en rentar platos, vasos, cubiertos y tazas de plástico.
Abel dijo que “todo surgió porque en el baby shower de nuestra hija y en la fiesta de los sobrinos veíamos que se usaba muchos desechables y nos dimos cuenta de la basura que se genera”, por lo que decidieron realizar este emprendimiento.
Verde Fiesta te renta un kit por persona que incluye dos platos, uno para la comida y otro para el pastel, un vaso y un juego de cubiertos, y el usuario regresa los utensilios sucios, por lo que buscan que se reduzca la basura que se genera.
También está buscando la reducción de utilización de agua, pero este punto está en desarrollo.
“Usamos jabón biodegradable y estamos buscando que con esto también se genere una conciencia para el cuidado del medio ambiente”, finalizó Abel.
