A una semana de que estalló la protesta de docentes y alumnado el Taller de Artes Plásticas Rufino Tamayo, las respuestas del gobierno estatal siguen sin concretarse. Aunque tras la manifestación acudió personal de la Secretaría de Gobierno y posteriormente les enviaron un documento de la Secretaría de las Culturas y Artes (Seculta), todo ha quedado en promesas.
Abraham Torres, uno de los profesores permanentes del taller y quien junto con otros denunció la carencia de prestaciones laborales y el retraso en el pago de los salarios, explicó que el titular de Seculta, Víctor Cata, únicamente envió un oficio en el que prometió atender sus demandas en “tiempos razonables”. Pero sin fechas concretas.
Falta de atención a un horno para el taller de cerámica, carencia de materiales y de un contrato en el que se respetaran los derechos de las y los talleristas de los diversos programas fueron algunas de las denuncias hechas el pasado 3 de julio en este taller ubicado en la ex Alhóndiga.
De parte del gobierno estatal ese mismo día se presentó un joven (José Luis Rueda Marín, delegado del distrito XIII de la Secretaría de Gobierno) y que él iba a ver lo de las condiciones de diálogo”, recuerda Torres, quien desde los años 90 y en diversos periodos ha sido uno de los profesores con más años en el taller.
Sobre la respuesta de la Seculta, que en un comunicado dijo estar abierta al diálogo, ya no adeudar ningún salario y que la actual sede será permanente, Torres recordó que solo les “mandaron un oficio para firmar”, en el cual estaba la promesa de no más retrasos en los salarios y que el titular iría a visitar el taller.
Pero Oswaldo Ramírez, otro de los docentes con más años, y él se negaron a firmar, ante la desconfianza. “Era como una especie de oficio, que es lo mismo que palabras”.
En el documento no se señalaban fechas de atención, “solo decía tiempos razonables. Todo eso nos hizo dudar. Para ellos no sé qué son tiempos razonables, para nosotros es de ayer, para ellos es para mañana, pasado o nunca”.
Además de que a la fecha no existe documento que garantice la permanencia del taller en la actual sede, luego de que desde sus orígenes, en 1974, se ha mudado a inmuebles rentados.
Torres también señaló que la protesta del pasado lunes se había postergado luego de las presiones hechas al estado de denunciar las carencias y de que esta les pagara los meses que les debían.
Y aunque esta es una situación que han arrastrado por años, aclaró que el manifestarse ahora es porque no quieren más problemas para ellos y las generaciones que se quedan o vendrán.
Otra protesta que hicimos fue contra el director (Enrique Gijón). En ningún momento hemos dicho fuera director o fuera (Víctor) Cata, simplemente le pedimos sensibilidad para que no le carguen al maestro más cargos. Apenas si puede hacer uno, ser director y luego algo en el MACO y en la universidad como maestro de tiempo completo… Ningún ser humano puede hacer tantas cosas”.
Torres recordó que el pliego petitorio era avalado los maestros permanentes (6), los comunitarios, los del taller infantil y juvenil, así como trabajadores de base, pero que el gobierno se ha encargado de dividir el movimiento.