Georg Friedrich Händel presentó su oratorio “El Mesías” en el Covent Garden de Londres, el 23 de marzo de 1743. Desde su estreno a mediados del siglo XVIII, “El Mesías” se ha convertido en una de las obras musicales más interpretadas de la historia, y ha recorrido el mundo. Varios directores, de talla internacional han sido los conductores de tan magnifica obra, y con ellos siempre participan cuatro solistas, una orquesta y un coro profesional. Todos ellos contribuyen a volver a llevar a la vida una de las obras cruciales de la música mundial, fundamental para los eruditos y aficionados al arte, que esconde numerosas sorpresas que van más allá del “Aleluya”.
La historia de cómo Händel escribió su obra más importante está recogida en el libro “Momentos estelares de la humanidad”, del alemán Stefan Zweig, que recuerda cómo el músico teutón sufrió una apoplejía años antes de escribir la obra e identifica a “El Mesías” como la forma que tuvo Händel de curarse de sus dolencias.
El compositor alemán reutilizó para “El Mesías” algunas piezas escritas para otras obras suyas, aunque la pieza principal, el “Aleluya”, fue una composición original para esta ocasión. La pieza que más conmovió al propio Händel fue “Comfort ye, my people”, una canción que llama al consuelo y al recogimiento.
Internamente, “El Mesías” está dividido en tres partes. Para escribirlo, Händel se inspiró en diversos textos sagrados, y en los evangelios. Se trata de una obra eminentemente sacra, que narra el nacimiento, pasión, muerte y resurrección de Jesús. Fue compuesta íntegramente en inglés, y mezcla música y texto, sin abusar de ninguna de las dos.
La primera parte cubre la anunciación de la llegada de Cristo realizada por varios profetas. Tras una sinfonía musical, el tenor canta una pieza fundamental, “Comfort ye, my people”, que expresa las buenas nuevas del futuro nacimiento del Mesías, seguido por “And the glory of the Lord”, la primera intervención del coro.
Inmediatamente después, se inicia la segunda parte, con la canción más larga y trágica de toda la obra, “He was despised”, interpretada por la contralto, y que refleja los sufrimientos por los que Jesús tuvo que pasar antes de su pasión y muerte, con un tono sombrío. Tras varias piezas en que la resurrección ya es un hecho, el segundo acto termina de forma triunfante con el “Aleluya”, que proclama “la resurrección del rey de reyes y del amo de amos”.
La tercera y última parte, que comienza tras una pausa técnica, tiene solamente nueve piezas, de las que cabe destacar tres. “The trumpet shall sound”, interpretada por el contrabajo acompañado por una trompeta, anuncia que, con el sonido de la última trompeta, los muertos se levantarán incorruptibles. “El Mesías” termina con el “Amén”, una canción sencilla pero llena de carga emotiva en la que suelen participar todos los presentes en el escenario.
Espero lo disfrutes. Es muy bella. Comparto la liga: