El arquitecto oaxaqueño Ramón Aguirre Morales recibirá este día en el Palacio de Minería de la Ciudad de México el premio Lorenzo Aldana Echeverría, que otorga la Federación de Arquitectos de la República Mexicana.
El reconocimiento Aldana Echeverría se otorga a arquitectos con más de 25 años de trayectoria destacados en diversas áreas de la arquitectura, entre ellas diseño arquitectónico, diseño urbano, planeación, promoción y construcción de obra, entre otros.
Aguirre ha perfeccionado la técnica de las bóvedas sin cimbra, que ha suscitado un gran interés desde la tendencia de la bioconstrucción, una vertiente arquitectónica que busca recuperar los saberes locales, basados en el uso de materiales naturales, sustentables y respetuosos de la naturaleza y el entorno cultural.
Es arquitecto por la Universidad Nacional Autónoma de México, fundador y director del Instituto de Bóvedas Mexicanas y Tecnologías Regionales. Asimismo, ha sido catedrático de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca (UABJO).
Ha sido promotor de diversos encuentros y talleres de arquitectos y constructores interesados en los conocimientos tradicionales vinculados con la tierra. En 2019 Ibomex realizó en Oaxaca el Seminario Iberoamericano de Construcción con Tierra, conocido como el Mundial de la Tierra, que se realiza cada cuatro años para reconocer las propuestas más innovadoras en el ámbito de la construcción con materiales naturales.
También ha sido asesor del Programa de Desarrollo de las Naciones Unidas (PNUD) y miembro de la Red Iberoamericana Proterra. Es autor del libro Bóvedas mexicanas de adobe y ladrillo y compilador de BIOconstrucción en el mundo, detalles constructivos.
Ha impartido talleres, cursos y conferencias en Argentina, Brasil, Colombia, Cuba, Costa Rica, Chile, España, Ecuador, Francia, Estados Unidos, Guatemala, México, Paraguay, Portugal, Perú, Uruguay, Venezuela.
La técnica de la bóveda sin cimbras ha comenzado a ser rescatada en las últimas décadas. Es de origen persa y fue traída a América por españoles y portugueses. Esta técnica permite cubrir luces de hasta 10 metros de manera económica, entre un 50 y 60 por ciento más barata que un forjado de hormigón armado convencional y puede ser aprendida fácilmente tanto por albañiles como por autoconstructores. Es una construcción sostenible y ecológica, y de hecho está suscitando mucho interés entre los bioconstructores por la reducción del impacto ambiental.
El premio Lorenzo Aldana Echeverría será entregado dentro de la 116 Asamblea Nacional de la Federación de Arquitectos de la República Mexicana.
Texto: Alonso Pérez