Para Manuel Bernal Flores, pintor y grabador originario de Huitzo, las artes visuales se han convertido en las herramientas idóneas para capturar los paisajes de su estado natal, aquellos de su comunidad o que contempla en cada uno de sus viajes. Y en los que ha decidido borrar todo rastro humano.
Creo que el paisaje o la naturaleza, por sí mismos, nos dan composiciones o maneras de verlos muy perfectamente. No sé cómo definir la huella humana, pero son elementos postizos; a veces se cruza un cable de luz, un poste o una casita, y le da en la torre a la composición que quisiera”, confiesa Bernal sobre los atardeceres, las nopaleras y árboles que ha plasmado en gráfica y pintura. Y que desde el 16 de septiembre comparte con el público en la galería Arte de Oaxaca.

Desde esa fecha y hasta el 15 de octubre, la exposición “Quietud” reúne piezas en diferentes formatos y técnicas. A través de ellas y teniendo como referentes a figuras como Dr. Atl (Gerardo Murillo Coronado) o a José María Velasco, el autor vuelve el interés hacia los paisajes, ya sea con los colores de los atardeceres, las formas de las nubes o con la impresión de una tormenta.
El paisaje, dice Bernal, ha sido no solamente un tema sino una forma de registro en la historia de la pintura y otras artes. Y a través de este se han podido conocer cómo se veían o ven los valles, las montañas u otro elemento. En su caso, lejos del registro es una manera de expresar un movimiento, una intensión, u fenómeno natural.
En esta exposición que reúne 27 piezas, Bernal se mantiene en una línea en la que los paisajes son su constante, que además de ayudarle a plasmar lo que contempla en sus viajes es una invitación a apreciar las texturas y colores.
