Con poco más de 20 piezas, entre gráficas, pinturas y una escultura, el artista Demián Flores recrea al dios zapoteco Cocijo y lo trae al público a través de una exposición que se inauguró el pasado 13 de junio en la ciudad de Oaxaca.
“Cocijo”, título de la exposición, se encuentra en curso en el espacio cultural del Instituto de Ciencias Jurídicas de Oaxaca, sobre la calle de Manuel Sabino Crespo, en el centro de la capital. La exposición “Cocijo” fue curada por Juan de Dios López Lena.
Las piezas de diversos formatos y tamaños muestran las interpretaciones que de esta deidad creó el autor zapoteco entre los años 2023, 2024 y 2025. Y en las que hay linóleos, óleos sobre lino, litografías y una escultura de cerámica y papel.
En esta muestra, Flores comparte sus ideas en torno al dios zapoteco que también se asocia con el rayo, las nubes, la fertilidad y la agricultura.

Además, se observan dos textos de sala escritos por el poeta Efraín Morales y la especialista Lluvia Sepúlveda.
En su texto, Sepúlveda explica que el Dios Cocijo es uno del que se han conservado varias representaciones en las urnas de la cultura zapoteca, en la que su importancia se mantiene presente. Además de que sigue siendo invocado en las comunidades para favorecer a los cultivos.
“Sin embargo, Cocijo no era una deidad a la que se recurre para solicitar el favor de las aguas para la milpa”, explica Sepúlveda, pues “algunos estudiosos sugieren que, según fuentes arqueológicas y etnohistográficas, Cocijo era una deidad sagrada múltiple y polifacética, que transitaba entre lo sagrado y lo profano por su capacidad de transformarse como en ser humano, al tiempo en que ciertos humanos podían transformarse en Cocijos a través de rituales y ceremonias en los que se veneraba a los ancestros y se establecía el diálogo con lo sobrenatural”.
En cada pieza, según detalla Sepúlveda, el artista crea nuevos y múltiples Cocijos, “que abrevan no solo en los atributos iconográficos vinculados con el murciélago, la tierra, el cielo, el jaguar y la serpiente, característicos de Cocijo y asociados con la fertilidad, sino que en las coloridas líneas entreveradas, las imágenes se articulan con otras deidades zapotecas”.
Por su parte, Efraín Morales comenta que “el quehacer pictórico que se muestra en Cocijo explora en esa necesidad colectiva de dar sentido al mundo en que vivimos”.
