Geografías de la libertad es un ejercicio de arriesgada inclusión y propuesta plástica. El autor de esta idea es el artista Martín Dimitrova. Es un cambio pírrico de paradigma artístico en un lugar, la gentrificada ciudad de Oaxaca, que vive el esplendor de su propio agotamiento, especulación, y espejismos, lo dijo recientemente de manera elegante Avelina Lésper, aunque en un tono ya más domesticado: “La pintura en Oaxaca de tanto repetirse ha terminado por agotarse a sí misma”.
Durante su visita sus principales paleros fueron un grupo representativo de artistas locales que le rindieron pleitesía a esa fina avecilla de tempestades inocuas, aunque, para muchos, autoridad al fin, y por eso quedó la sentencia asumida sin chistar, dictada como un mazazo: hoy la pintura en Oaxaca tiene casi nada que proponer, esto menciona Edgar Saavedra en el texto que redactó como presentación de este proyecto.
Geografías de la libertad nos acerca a una posibilidad que tiene algo de novedoso, además de manifestar dos cualidades que brillan por su ausencia en el mundo nuestro, humildad y valor, de ambas partes, por supuesto, de quien propone y de quien acepta el reto enorme de aventurarse a un diálogo que ha supuesto la conjunción de la triada técnica conceptualización-creatividad. Queda claro que no todos lo lograron, el ego, el individualismo, el miedo, los atavismos o la impotencia, entre otros, quedó probado como una señal de sangre, un fierro de herrar. No hay vuelta atrás y, no obstante, la prueba continúa en el mismo momento que se lean estas palabras.
En entrevista desde su galería, el maestro Martín Dimitrova descubrió que el ego fue el primer paso para arriesgarse al intentar esta intervención cuando invitó a 23 artistas para que plasmaran sus ideas, sus inspiraciones y a atreverse a complementar en un lienzo que ya estaba iniciado.
Dimitrova empieza a pintar en el 2013-2014 aunque su primera exposición fue hasta 2018 luego que Richard Audifredd viera su trabajo y los montaran en su Espacio alternativo. De ahí empezó a buscar lugares que entendieran a un artista abstracto y fue en la Casa de la Cultura donde le brindaron la oportunidad al darle también la patada de la buena suerte, lo que provocó que pudiera vencer esos miedos y que pudiera entender que era el momento para dedicarse a ser artista; expresarse para mostrar lo mejor de sí.
“o pinto para mí, expreso lo que de niño no podía decir y lo callaba al no poder interactuar con la obra”, comenta el artista.
Ahora ya sin miedos ni ataduras el maestro se va de largo sin importar que el gusto de su arte no enamore a todos. Pone como ejemplo los géneros de la música que en sus primeros años no gustó, pero él se considera un pintor atrevido con un cierto grado de locura y falto de miedo al qué dirán.
El maestro comenta que sus recuerdos de la infancia sobre todo desde el Istmo de Tehuantepec están plasmados en sus cuadros y quedaron cubiertos ante la intervención de los artistas invitados y el mayor de los obstáculos fue esa parte, dejar que hicieran lo que mejor les pareciera al momento de ofrecerles este proyecto único en Oaxaca.
Alexandra Carballido, Alexis Cordero, Alonso Chávez, Carlos Fuentes, César Santos, Chapu, Dafné Peralta, Darwin Ranzahuer, Everest Isaac, Fausto Calvo, Jade Midori, Jerónimo Martz, Lariza Vázquez, Lucero Valdez, Luna Ortiz, Manuel Miguel, Marcos Sánchez, Max Sanz, Moisés Nava, Nalleli Herrera, Rocío Figueroa, Roque Reyes, Wen Castro, son los artistas que intervinieron las 23 obras que empezó a exponer el pasado 22 de septiembre en la galería Dimitrova en San Felipe.
Cinco mujeres complementan este proyecto dándoles un espacio para que se desarrollen como ellas quisieron, el equilibrio entre ellas y ellos dan 23 súper logros con obras que se pueden tocar, incluso lo que no sucede en los museos donde solo una línea los divide de una obra real.
El logro que ha obtenido Martín a lo largo de su importante trayectoria para plasmar un trabajo simplemente no se ve en esta exposición según sus palabras, pareciera que no formó parte de las piezas y lo recalca; es un ejercicio de ego el cual no fue absorbido por todos los maestros de la misma manera porque hay quienes plasmaron sus temáticas, quienes conjuntaron sus ideas y al final aprendió muchas cosas y un resultado mejor del que esperaba.
Al atreverme sabía que habrían ejercicios que no se conjugarían porque no todos suponen que este estilo de vida es para todos, hay un universo de posibilidades y sobre todo de emociones en las cuales simplemente la emoción te gana y lo plasmas en las obras para que termine en un ejercicio de paz”, narra el artista Martín Dimitrova.
Esta gran exposición se encuentra en la Galería Dimitrova, en Jacarandas 118 en San Felipe del agua.