Foto: Lisbeth Mejía
La política de austeridad del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) ha dejado mermas e inconformidades en varios aspectos del sector cultural.
La desaparición de becas para la creación o de premios para cine, así como reajustes en organismos gubernamentales se han sumado a la serie de conflictos que han atravesado institutos como el Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), que para este año tiene aprobado un monto de 3 mil 84.2 millones de pesos (menor por 176.5 millones de pesos al de 2018). Aunado a ello, el ente que dirige Lucina Jiménez ha tenido que sortear conflictos por procesos en premios de literatura o el presunto uso de un espacio para el homenaje al líder de La Luz del Mundo, Naasón Joaquín García (ahora arrestado en Estados Unidos).
¿Cómo opera el INBAL en el primer año del gobierno de AMLO y luego de los problemas por el Palacio de Bellas Artes y los premios de literatura?
El instituto tiene una fortaleza muy grande y es toda su historia, toda la memoria que guarda y, al mismo tiempo, la capacidad que tiene de rediseñarse y caminar en una relación que en este momento está siendo muy importante con los estados. El instituto está fortaleciendo su vocación nacional y hay todo un trabajo de acompañamiento desde las compañías nacionales de danza, de teatro, los solistas y ensambles, de los concertistas de Bellas Artes, que en este año están recorriendo más de 22 estados.
En varios entes gubernamentales de cultura ha habido despidos, ¿cómo enfrenta el instituto este panorama?
En el instituto no ha habido despidos masivos. Definitivamente. Cada institución tiene su lógica, pero en Bellas Artes no ha habido despidos masivos.
Para lo que sigue del sexenio, ¿se planea la búsqueda de mayor presupuesto y otras acciones?
Estamos trabajando con los nuevos escenarios presupuestales. Nos interesa mucho tener recursos para fortalecer el mantenimiento de todos los museos. Estamos trabajando en la creación de una red nacional de museos. Ya hicimos el primer foro de museos del instituto, que nunca se habían reunidos como tales directores, administradores, mediadores, curadores, museógrafos… Estamos trabajando en la red nacional de educación e investigación artística, pero también vamos a fortalecer nodos regionales de producción artística articulados con los circuitos. En materia de patrimonio estamos trabajando con varias herramientas porque el instituto necesita otras, sobre todo jurídicas, para tener mayor firmeza. Una de ellas para fortalecer el catálogo de obra mueble e inmueble del patrimonio artístico.
En otras áreas, Lucina Jiménez remarca la intención de fortalecer el papel de México en la Bienal de Venecia, tanto en artes visuales como en arquitectura. “Nos interesa mucho la movilidad artística; ahorita apoyamos a quienes fueron a la Cuadrienal de Praga y regresaron con premios; acabamos de enviar a tres cantantes de ópera a un concurso de Moscú y estamos esperando resultados”.
A fines de julio se planteaba un pendiente con Oaxaca, con el Museo de Arte Prehispánico de México Rufino Tamayo…
Vamos a hacerle un homenaje a la maestra Alicia Pesqueira para reconocer su aporte en la salvaguarda de este museo y al mismo tiempo estamos dialogando con el gobernador y la Secretaría de Cultura para darle mayor fortaleza y sostenibilidad al museo. En este momento se está haciendo un inventario de la colección, con la colaboración del INAH (Instituto Nacional de Antropología e Historia).
Con Oaxaca, Jiménez indicó que una de las intenciones es fortalecer la circulación de obra artística, no sólo de exposiciones, sino que compañías y producciones del estado viajen a otras partes del país. “Vamos a empezar por la danza, algunas compañías de Oaxaca se van a incorporar a los circuitos que se están integrando. Oaxaca, Guerrero, Tlaxcala y Morelos serán de los primeros estados en los que empiecen a circular compañías”.
¿Por qué estos estados?
Porque integran un circuito que tiene que ver con el centro del país y su vínculo con el sur, y hay un análisis económico que permite posibilitar la circulación”. Como este, otro circuito contempla entidades del norte del país: Sonora, Sinaloa y Baja California.
Uno de los objetivos del INBAL es de la educación artística en el país…
Queremos contribuir en apoyar el modelo pedagógico.
¿En qué consiste el modelo?
Estamos trabajando en ello. Queremos contribuir con el diseño de un modelo pedagógico.
¿Hay otros proyectos específicos para el estado de Oaxaca?
Sí, uno es incorporar a Oaxaca al circuito arte y migración, del cual forma parte la exposición Construyendo puentes en épocas de muros, donde el arte chicano revalora la creatividad y el profesionalismo con que se han desarrollado mexicanos en los Estados Unidos, pero también en una valoración desde Oaxaca y de los estados que integran este circuito de arte y migración, esta unidad que tenemos. La segunda es con la UABJO (Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca).
Con la que se acaba de firmar un convenio, ¿qué implica ello?
Incorpora a la UABJO a la red nacional de educación e investigación artística, esto va a favorecer la movilidad de profesores, el intercambio metodológico y sobre todo, un tema que le interesa a la universidad, que es la formación artística relacionada con temas de interculturalidad y estrategias de convivencia en la diversidad.