Con cuatro exposiciones temporales, abiertas al público desde este jueves, el Museo Nacional de Culturas Populares presenta el programa Merequetengue. El color de la Costa Chica. En él participan autores como la antropóloga y cineasta oaxaqueña Sandra Luz López Barroso (autora también del documental Artemio), el artista plástico Baltazar Castellano (originario de Cuajinicuilapa, Guerrero) y los fotógrafos mexicanos Maya Goded y Alberto Ibáñez.
Del 28 de febrero al 19 de mayo, el programa incluye cuatro exposiciones temporales de estos y otros autores. Con tales muestras se busca compartir “la diversidad étnica y cultural, así como algunas de las manifestaciones artísticas originadas en las comunidades afrodescendientes de la región costera de Oaxaca y Guerrero”, como detalla la Dirección General de Culturas Populares, Indígenas y Urbanas, de la Secretaría de Cultura.
Las exposiciones recrean parte de la vida cotidiana y cultura de esta “región” que se extiende de Acapulco, Guerrero, a Puerto Ángel, Oaxaca, y en la que habita gran parte de las más de un millón 300 mil personas que se identifican como afrodescendientes o afromexicanos (Inegi, 2015).
En Ruja. Afromexicanos de la Costa Chica, por ejemplo, Maya Goded y Albert Ibáñez presentan alrededor de 80 fotografías en blanco y negro tomadas en las siguientes comunidades: Tecoyame, Tepextla, Corralero, Chacahua, el Ciruelo, Chicometepec, La Boquilla, Santo Domingo, El Azufre, Las Salinas, Llano Grande -en Oaxaca- y Cuajinicuilapa, San Nicolás, Maldonado, Cerro de las Tablas – en Guerrero-.
Otra de las exposiciones es Gráfica Cimarrón, conformada por 50 piezas realizadas en el Centro Cultural Cimarrón, que se fundó en 1995 en El Ciruelo, Pinotepa Nacional, por iniciativa del párroco Glyn Jemmott, originario de Trinidad y Tobago.
Esta serie, explica la dirección de Culturas Populares “representa un rescate de la memoria, es la materialización de un importante fenómeno histórico y cultural que simboliza el esfuerzo colectivo por afirmar la identidad afrodescendiente a través del arte”.
Baltazar Castellano Melo, artista de Cuajinicuilapa, Guerrero, presenta Canto de Ruja para Atzatzilistli, una exposición que “con objetos intervenidos como máscaras de diablos y los tradicionales instrumentos musicales: arcuzas y charrascas, simboliza dos de las principales raíces culturales de Guerrero: la ‘danza de los diablos’ y el culto a Atzatzilistli, ‘el llamado de la lluvia’”. El autor es también responsable del mural hecho en el museo y a través del cual se recrean las tradiciones y danzas de la comunidad afromestiza de la Costa Chica: “La tortuga”, “El toro del petate y sus 24 caporales”, “Los diablos”, “Son de Artesa” y “La Chilena”.
Por su parte, la realizadora Sandra Luz López Barroso participa con el documental Son de Artesa, que recrea un son nacido en el estado de Guerrero durante la época virreinal, “cuando los pobladores de origen africano escuchaban en la lejanía la música española que provenía de distintas fiestas” y que a partir de su necesidad de baile inventan la artesa, “una especie de tarima realizada con troncos de parota, labrados en sus costados” y sobre la que se baila al ritmo de la guitarra, vihuela, violín, cajón y arpa. En este baile, que actualmente se observa en encuentros culturales, “los bailarines que hacen sonar la artesa, generalmente con la planta de sus pies descalzos”.