Seminario de Cultura Mexicana: In memoriam, Alma Woolrich Ramírez (1932-2024)
Su generosa presencia, su participación oportuna y de gran brillo en nuestras sesiones, harán que la recordemos siempre como una cófrade inolvidable
- Corresponsalía Ing. Alberto Bustamante Vasconcelos
En Oaxaca, la Corresponsalía Alberto Bustamante Vasconcelos, del Seminario de Cultura Mexicana, se ha sostenido en hombros de personas de gran dimensión; tal es el caso de nuestra querida doctora Alma Woolrich Ramírez, a quien despedimos con gratitud y reconocimiento. Su generosa presencia, su participación oportuna y de gran brillo en nuestras sesiones, así como un permanente interés por las novedades editoriales, las ideas innovadoras en el arte y la cultura, harán que la recordemos siempre como una cófrade inolvidable.
Sobre su desempeño profesional, baste recordar que durante los 127 años de funcionamiento del Instituto de Ciencias y Artes del Estado de Oaxaca, de entre los 175 médicos egresados, solo dos mujeres alcanzaron este grado. En 1955 el Instituto se transformó en Universidad “Benito Juárez” de Oaxaca, y en la lista de las cinco primeras mujeres, figura nuestra muy querida compañera seminarista, la doctora Alma Woolrich Ramírez, quien en noviembre de 1958 fue aprobada por unanimidad de votos y cuyo título profesional le fue expedido por el entonces rector interino Lic. Esteban Silva y Escobar, en diciembre de ese mismo año; en 1959 recibió su cédula profesional número 0075017, consignada en la Dirección General de Profesiones y desde esa fecha hasta su jubilación, laboró como responsable del servicio de planificación familiar en la Clínica de Medicina Familiar del ISSSTE en esta Ciudad, así como en su consultorio privado.
Alma Woolrich fue una mujer de extraordinaria belleza, distinguida por su gran inteligencia, madre valiente y ciudadana comprometida que dio muestra de constancia y disciplina para abrir camino a otras mujeres que como ella, buscaron servir a la sociedad en el campo de la medicina, se esforzaron por compartir su conocimiento con otras generaciones y se convirtieron en personajes imprescindibles en los espacios de nuestra cultura, en donde siempre estará dispuesto su sitio para tan inolvidable participante.
