Instituto de Ciencias y Artes de Oaxaca, antecedente de la UABJO
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Instituto de Ciencias y Artes de Oaxaca, antecedente de la UABJO

La primera sede del instituto fue también el domicilio en que habitó el filántropo portugués Manuel Fernández Fiallo


Foto: Lisbeth Mejía Reyes // Fue en la casa de la entonces calle de San Nicolás y ahora avenida Miguel Hidalgo donde comenzó la historia del ICAEO.
Foto: Lisbeth Mejía Reyes // Fue en la casa de la entonces calle de San Nicolás y ahora avenida Miguel Hidalgo donde comenzó la historia del ICAEO.

Los antecedentes de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca (UABJO) se remontan al siglo XIX, cuando entre los años 1826 y 1827 se da origen al Instituto de Ciencias y Artes de Oaxaca (ICAEO). Primero con el decreto mediante el cual el ex gobernador José Ignacio de Morales crea el instituto. Y luego con el inicio de actividades de este, el 8 de enero de 1827.

El inmueble en el que vivió el empresario y filántropo Manuel Fernández Fiallo (entre 1665 y 1708) fue también la primera sede de aquel instituto del que salieron personajes ilustres como Benito Juárez y Porfirio Díaz Mori. Fue en la casa de la entonces calle de San Nicolás y ahora avenida Miguel Hidalgo donde comenzó la historia del ICAEO. Aunque ahora alberga a un centro cultural del mezcal y hasta hace unos años a una institución bancaria.

En sus muros permanecen todavía las placas que dan cuenta de su importancia en la historia de la ciudad de Oaxaca. Una de ellas, colocada por el ayuntamiento de los años 1993-1995 se lee: “En esta casa inició sus actividades el Instituto de Ciencias y Artes del Estado, el día 8 de enero de 1827”.

La casa en cuestión está entre las calles Armenta y López y Manuel Fernández Fiallo. Frente a ella está uno de los accesos del actual Centro Cultural San Pablo, en un espacio donde operó el primer convento de la ciudad, el de San Pablo.

En su investigación “Un periplo de libros: del ICAEO a la biblioteca Fray Francisco de Burgoa, 1827-1955”, la investigadora Selene del Carmen García Jiménez repasa los orígenes de lo que después se convirtió en UABJO.

 

Foto: Lisbeth Mejía Reyes // En sus muros permanecen todavía las placas que dan cuenta de su importancia en la historia.

 

La investigadora señala que el establecimiento del instituto se enmarcó en un periodo de recuperación tras la toma de la ciudad durante la Guerra de Independencia. Pero también que tras la promulgación de la primera constitución del estado, en 1825, se indicó que la educación “debía ser gratuita y obligatoria”.

Al citar el artículo 246 de la constitución como origen del instituto, la investigadora refiere que este marcaba que para tal efecto debían crearse “los establecimientos que se juzguen convenientes para la enseñanza pública de las ciencias naturales, políticas, eclesiásticas, bellas letras y artes útiles al Estado”.

Fue así como el 8 de enero de 1827 abría sus puertas en Instituto de Ciencias y Artes, actualmente Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca.

Por su parte, el investigador José Francisco Ruiz Cervantes también se ha referido a la historia de este instituto. Por ejemplo, a través de una conferencia dictada en 2022 a propósito del 150 aniversario luctuoso de Benito Juárez, el Benemérito de las Américas.

En referencia al escrito “Apuntes para mis hijos”, relato auto biográfico que Juárez hizo ya como presidente del país, Ruiz Cervantes dice que en este el Benemérito hace una valoración del instituto:

Él habla del papel del primer congreso constitucional de Oaxaca y dice que la medida más trascendente y que hacía honor a los miembros de ese congreso fue ‘el establecimiento de un colegio civil que se denominó Instituto de Ciencias y Artes, independiente de la tutela del clero y destinado para la enseñanza de la juventud en varios ramos del saber humano, que era muy difícil aprender en aquel estado donde no había más establecimiento literario que el Colegio Seminario Conciliar”.


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