Entre música, comida y una verbena a las afueras del camposanto, las familias cumplieron ayer con el tradicional Lunes del Panteón en el cementerio del barrio del Marquesado, ciudad de Oaxaca.
Este es el camposanto de la capital donde inicia cada año la tradición ligada a las festividades de Fieles Difuntos o Día de Muertos y Todos Santos. Y que se celebra a partir del primer lunes después del 31 de octubre y 1 y 2 de noviembre hasta completar cuatro lunes.
El olor a copal, las veladoras encendidas en las tumbas, nuevamente las flores de cempasúchil y cresta de gallo y algunas cervezas estaban presentes en la convivencia de este lunes en el cementerio. Lejos de la tristeza por los familiares que han fallecido, el ambiente era el de una fiesta, aunque para algunos fue inevitable añorar la presencia de sus difuntos.

La alegría por el reencuentro anual era visible en los rostros de cientos de visitantes que aprovecharon el día para volver con los suyos y disfrutar de una comida entre las tumbas, aquellas que son la última morada de muchos. En tanto, afuera seguía la venta de antojitos regionales, de flores y veladoras, también un operativo vial para resguardar a los visitantes.
Los lunes del panteón son una tradición que de acuerdo con la crónica municipal se remonta a los años 20 del siglo pasado. En el Marquesado y otras partes de la casa implica no solo la visita al cementerio sino una verbena alrededor, con puestos de antojitos regionales, de venta de flores e incluso la instalación de juegos mecánicos.
“Es como la fiesta del pueblo y a los vecinos nos encanta, aunque es un ruidero… La manteca, las fritangas”, señala el cronista del barrio, Gerardo Felipe Castellanos Bolaños.
Después del barrio del Marquesado o Ex Marquesado, los siguientes Lunes del Panteón corresponden a las agencias de San Martín Mexicapan y San Juan Chapultepec, así como al barrio de Xochimilco.