La promesa inicial era concluir la obra en diciembre, pero del 2023. Sin embargo, la remodelación de la zona de pan y comedores del Mercado de Abasto Margarita Maza de Juárez sigue en proceso a unos días de que finalice la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Para los más de 600 comerciantes de esta parte del mercado, comúnmente conocido como Central de Abasto, la incertidumbre es lo único seguro, ya que a diferencia de los dicho por la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), es imposible que la obra esté terminada antes de octubre.
El 3 de julio, el titular de la Sedatu, Román Meyer Falcón, señaló a través de un video que se estaban apresurando los trabajos para concluir los 650 locales comerciales “previo al término de la administración” de López Obrador. La semana pasada, el funcionario publicó en sus redes sociales una fotografía de la obra, pero se limitó a escribir que esta se encuentra en proceso.
Hasta hace unos días, el presidente municipal, Francisco Martínez Neri, también explicaba que de acuerdo con la propia secretaría federal el avance de los trabajos iniciaron en enero de 2023 eran de casi el 80 por ciento.
Hemos conocido de manera general que hay un avance de un 75 u 80 por ciento, esto podría generar el hecho de que en tres meses podría terminarse, pero no puedo señalarlo porque no es una obra que esté en nuestras manos”, explicó el concejal.

El edil capitalino consideró que la demora en los trabajos, que debieron terminar en diciembre de 2023, tiene varias causas. Entre ellas las del ámbito presupuestal, “como ocurre en cualquier obra”.
Para esta remodelación, la Sedatu reportó en 2023 que la inversión sería de más de 220 millones de pesos. En tanto, el ayuntamiento había señalado una inversión municipal de alrededor de 20 millones para la reubicación de los 650 comerciantes del área y de otros 50 que se encontraban junto a esta.
Algunos locatarios de la zona de pan y comedores explicaron que desde julio, cuando se les permitió entrar por última vez para observar los avances, los enlaces del municipio con la Sedatu les señalaron que probablemente en agosto ya podrían regresar a sus áreas. Posteriormente, el administrador del mercado, Alejandro Peña, les había informado que sería en septiembre.
Finalmente, la semana pasada, cuando se manifestaron por el corte de la energía eléctrica en la zona en que fueron reubicados, otro funcionario municipal les comentó que el retorno a sus locales será en octubre.
Sin embargo, ante los varios retrasos en la rehabilitación, consideran que la remodelación llevará varios meses más. Aunado a que hasta ahora persisten irregularidades en las construcciones. Por ejemplo, el que solamente habrá una techo general y no para cada local, lo que aumenta el riesgo de robos. Además de que los espacios para comedores son muy reducidos y tampoco se contará con campanas para la absorción de grasa ni alcantarillas en pasillos.
De querer hacer cambios o introducir elementos que faltan, los locatarios también están imposibilitados, pues hacerlo invalidará el seguro de la construcción.