Conciliar el sueño para una gran parte de la población no es nada sencillo, pero adoptando algunos consejos puedes llegar a combatir el insomnio. Según datos de Statista Consumer Insights, México es de los países que más personas registró con trastornos del sueño con un 38%, superado únicamente por Italia con 43% y España con 42%.
No dormir bien contribuye a la falta de atención, de energía e irritabilidad al día siguiente, por mencionar algunas consecuencias,
Ante esta amplia problemática, te traemos una recomendación que puedes considerar antes de ir a dormir y así buscar tener un sueño conciliador.
La idea es aplicar la técnica de “respiración de abeja”, y te preguntarás en qué consiste, pues no te preocupes, enseguida te lo indicamos.
Esta técnica es muy aplicada yoga, y otra forma como se le conoce es: “brahmari pranayama”. Al practicarla puede transformar tu rutina nocturna y ofrecerte beneficios alentadores en relación al insomnio.
Su implementación impulsa el necesario equilibrio cuerpo-mente, y en caso de no contar con mucho tiempo para el ejercicio diario, también es una buena idea.
¿QUÉ ES LA TÉCNICA DE RESPIRACIÓN DE ABEJA?
Esta técnica toma su nombre por el sonido que se genera durante la exhalación, que puede llegar a ser similar al zumbido de las abejas.
Este ejercicio forma parte de las pranayamas del yoga, técnicas de control de la respiración que promueven la calma mental y la reducción de la ansiedad.
Cuando estás aplicando la posición enfocas tu atención en el zumbido, desconectando del entorno y permitiendo que tu mente alcance un estado de relajación profunda.
PASOS A SEGUIR
- La postura es clave, ya que debe ser cómoda y permitir que la columna vertebral esté recta.
- Para estar relajado puedes sentarte sobre la cama o en el suelo.
- Enseguida debes bloquear los oídos con los pulgares, mientras los otros dedos descansan sobre la frente y los ojos, lo que ayuda a minimizar las distracciones.
- A continuación, se inhala profundamente por la nariz y, al exhalar, se emite el zumbido con la boca cerrada, imitando el sonido de una abeja. Esta respiración debe repetirse por unos diez minutos para notar sus efectos.
A la par de las bondades de cualquier pranayama, como es llegar a un estado de paz interior y, por tanto, de bienestar general, en este caso concreto ayuda a conciliar el sueño, fundamental para quienes sufren de insomnio y activa el sistema parasimpático.