El retiro de las bardas atriales en los templos históricos del centro de la ciudad de Oaxaca fue “un error” que propició su deterioro, considera la arquitecta restauradora Nancy Porras García, quien explica que esto ha ocurrido con espacios como Santo Domingo de Guzmán, San Felipe Neri, San Agustín y Sangre de Cristo.
A diferencia del Carmen Alto y el Carmen Bajo, la especialista refiere que en los demás es la misma población la que no respeta estos sitios, que además de ser de valor religioso son históricos y forman parte de la identidad de las y los capitalinos.
Porras estima que fue a mediados del siglo pasado cuando inició el retiro de las bardas atriales en estos templos, aunque investigadores como Jorge Mejía Torres calculan que fue a partir de la década de 1970, en el gobierno de Luis Echeverría. En casos como San Felipe Neri ocurrió en el sexenio de José Murat, dice Porras, quien refiere que el retiro de estas estructuras “definitivamente no fue buena idea”.
La razón de estos retiros fue quizá “alguna moda, tal vez querían integrar todo el templo hacia la comunidad. Pero fue un total error porque no respetan. No tenemos la educación de respetar las áreas públicas”, apunta sobre estragos que han obligado a que se inicie la colocación de una nueva barda y reja en este bien donde se casaron el expresidente Benito Juárez García y Margarita Maza.
Para Porras, quien ahora coordina los trabajos previos a la instalación de la reja, esta labor servirá para concientizar a la población sobre el respeto a los monumentos y así sea conocido por las generaciones futuras.
Colocan reja en San Felipe Neri
Con el tapiado del atrio, la medición y marcación del área a intervenir, entre otras labores, la semana pasada iniciaron los trabajos de preparación y de construcción de la barda para la instalación de la reja poniente del templo de San Felipe Neri, en el centro histórico de Oaxaca de Juárez.
La reja la diseñó el fallecido artista Francisco Toledo, tomando como referencia las espinas de la corona de Cristo y para su elaboración el también promotor impulsó una campaña de recaudación de fondos que finalmente se concretó entre 2022 y 2023, a través de su asociación civil Amigos del Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca y del Centro Fotográfico Manuel Álvarez Bravo.
Para los trabajos de la reja colaboran autoridades municipales, eclesiásticas y del Instituto Nacional de Antropología e Historia.
La arquitecta restauradora Nancy Porras, de la firma Tierra Negra, señala que la construcción de la barda que servirá de base para la reja está calculada para mes y medio o dos.
Los recursos para la colocación y elaboración de la reja se obtuvieron por medio de donaciones por parte de la ciudadanía y el Municipio de Oaxaca de Juárez aportó otra parte.
Persisten daños al templo y atrio
Pero aun cuando el atrio de este monumento histórico ya fue tapiado, sigue sufriendo daños y robos en su puerta, piso y demás elementos. Esto especialmente porque en él se resguardan personas en situación de calle, además de que otras más aprovechan para arrojar su basura o simplemente grafitear sus muros.
Al menos 11 de las decoraciones metálicas de la puerta de madera del templo han sido robadas. Lo mismo que casi todas las luminarias del piso.
Debido a la falta de mantenimiento y por el paso del tiempo, se observan otros daños en sus columnas, mismas que están fracturadas.
